jueves, 28 de febrero de 2013

Benedicto XVI desde Castel Gandolfo





CASTEL GANDOLFO, 28 Feb. 13 / 12:09 pm (ACI).-
 Gracias queridos amigos.
Estoy feliz de estar con vosotros, rodeado por la belleza del Creador y de vuestra simpatía que me hace mucho bien. ¡Gracias por vuestra amistad, vuestro afecto!
Saben que este día es distinto a los anteriores: seré Sumo Pontífice de la Iglesia Católica hasta las ocho de la noche y no más.
Seré simplemente un peregrino que inicia la última etapa de su peregrinaje en esta tierra. Pero quisiera aún, con mi corazón, con mi amor, con mi oración, con mi reflexión, con todas mis fuerzas interiores, trabajar por el bien común de la Iglesia y de la humanidad.
Y me siento muy apoyado por vuestra simpatía. Sigamos adelante con el Señor por el bien de la Iglesia y del mundo. Gracias.
Os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Gracias. Buenas noches.



ya salió del Vaticano...




El Papa Benedicto ya está en el helicóptero que lo lleva a Castel Gandolfo



VATICANO, 28 Feb. 13 / 11:08 am (ACI).- El Papa Benedicto XVI ya salió del Palacio Pontificio del Vaticano hacia Castel Gandolfo, acompañado de los cardenales, y en medio de los aplausos y el cariño de los sacerdotes, religiosos y obispos que sirven en la Curia del Vaticano.
El Papa es trasladado desde el Vaticano hasta el helipuerto desde donde será conducido a Castel Gandolfo en donde miles de personas ya lo esperan para su saludo final.
El helicóptero ya partió en camino hacia la residencia de Castel Gandolfo.



Creemos y confiamos.




Credo Niceno-constantinopolitano

Creo en un solo Dios; Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado,  no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación, bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras,y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria parajuzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo, recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.



Despedida de Benedicto XVI a Cardenales

  "Prometo total obediencia al futuro Papa"

 VATICANO, 28 Feb. 13 / 06:22 am (ACI/EWTN Noticias).- 

En sus palabras de agradecimiento a los Cardenales reunidos en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, el Papa Benedicto XVI aseguró su “total obediencia y benevolencia” para su sucesor.

 

 


El Santo Padre aseguró a los Cardenales que “también ha sido una alegría caminar con ustedes a la luz de la presencia del Señor resucitado. Como he dicho ayer ante los fieles que llenaban la plaza de san pedro, vuestra cercanía y vuestro consejo ha sido de gran ayuda para mi ministerio”.

El Papa señaló que durante sus 8 años de pontificado, “hemos vivido momentos bellísimos de luz radiante con la Iglesia, así como momentos que han sido oscuros. En estos momentos hemos tratado de seguir a Cristo y a su Iglesia con amor profundo y total”.

“Quiero alentarlos a crecer en esta amistad profunda, de tal manera que el Colegio de los Cardenales sea expresión de la diversidad de la Iglesia universal, marcada por una concorde armonía”.

El Santo Padre recordó las palabras dedicadas a él por su mentor, el sacerdote y teólogo italiano Romano Guardini, quien le escribió que “la Iglesia no es una realidad pasada, es una realidad viva, ella vive a lo largo del tiempo, en el devenir, como todo ser viviente transformándose, y sin embargo permanece siempre la misma y su corazón es el mismo”.

“Esta es la experiencia que he tenido ayer en la Plaza, que la Iglesia es un cuerpo vivo”, aseguró Benedicto XVI, añadiendo que la Iglesia “está en el mundo, pero no es del mundo”.

El Papa remarcó que “la Iglesia vive, crece y se refleja en las almas, que como la Virgen María acogen la palabra de Dios y la conciben por obra del Espíritu Santo”.

“Permanecemos unidos en este misterio, en la oración, especialmente en la Eucaristía cotidiana”, indicó, “esta es la alegría que nadie podrá quitarnos”.

Benedicto XVI aseguró a los Cardenales que continuará “sirviendo a la Iglesia en la oración, especialmente en los próximos días”, para que la elección del nuevo Papa sea fruto de la docilidad al Espíritu Santo.

Tras concluir sus palabras, el Papa Benedicto XVI recibió el afectuoso saludo de los Cardenales presentes, así como de diversos funcionarios de la Curia Vaticana.

 

 "Nuestro corazón ardió al caminar junto a usted"

 

 VATICANO, 28 Feb. 13 / 05:55 am (ACI/EWTN Noticias).-

 El Decano del Colegio Cardenalicio, Cardenal Angelo Sodano, pronunció esta mañana las palabras de despedida al apa Benedicto XVI, asegurándole el afecto de los purpurados y que, a semejanza de los discípulos de Emaús con Jesús, “también ardía nuestro corazón cuando caminábamos con usted en estos últimos años”.
En su alocución en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, el Cardenal Sodano aseguró que los Cardenales “en coro le repetimos una expresión típica de su querida tierra natal: ‘Vergelt's Gott’, ¡que Dios se lo pague!”.

“Con gran emoción, los Padres Cardenales presentes en Roma se estrechan hoy en torno a Usted, para manifestarle una vez más su profundo afecto y para expresarle su viva gratitud por Su testimonio de abnegado servicio apostólico, por el bien de laIglesia de Cristo y de la humanidad entera”, dijo.

El Cardenal Sodano recordó que el pasado sábado, al concluir los Ejercicios Espirituales para la Curia Vaticana, el Papa Benedicto XVI agradeció a sus colaboradores “con estas conmovedoras palabras: Queridos amigos me gustaría daros las gracias a todos, y no sólo por esta semana, sino por estos ocho años, en que habéis llevado conmigo, con gran competencia, afecto, amor y fe, el peso del ministerio petrino”.

“Amado y venerado Sucesor de Pedro, somos nosotros quienes debemos agradecerle por el ejemplo que nos ha dado en estos ocho años de Pontificado”, señaló.

El Decano del Colegio de Cardenales indicó que “el 19 de abril de 2005, Usted se insertaba en la larga cadena de Sucesores del Apóstol Pedro y hoy, 28 de febrero de 2013, Usted se dispone a dejarnos, en espera que el timón de la barca de Pedro pase a otras manos”.

“Así se continuará aquella sucesión apostólica, que el Señor ha prometido a su Santa Iglesia, hasta cuando sobre la tierra se oirá la voz del Ángel del Apocalipsis que proclamará: ‘Tempus non erit amplius ... consummabitur mysterium Dei’ , ‘¡Se acabó el tiempo de la espera!.. Se cumplirá el misterio de Dios!’. Terminará así la historia de la Iglesia, junto a la historia del mundo, con el adviento de cielos nuevos y tierra nueva”, dijo.

 

lunes, 25 de febrero de 2013

LA ORACION




En Cuaresma somos invitados a la oración, el ayuno y la limosna para amar más y mejor. Claro que aprendemos mirando al Maestro que nos amó primero; en su escuela de amor aprendemos a rezar, a ayunar y a dar limosna.



Si aprendemos mirándolo a Él nos daremos cuenta que no podemos rezar de cualquier modo, ni ayunar sin un sentido profundo, verdadero, y tampoco dar limosna o hacer sacrificios sin un amor generoso hacia los demás.
La oración que nos enseña el Maestro, nos traspasa las fibras del corazón, nos hace entregados al servicio, deseosos de amar más y mejor porque nos sentimos profundamente amados por Dios y ya no queremos pasarnos el resto de la vida calculando cuándo le daremos nuestro tiempo, nuestro corazón; también dejamos de calcular si lo serviremos en los más humildes o no. La invitación a la oración en Cuaresma es invitación a estar más unidos al Maestro, a querer parecernos más a Él, en su estilo de vida y en sus elecciones.







El domingo pasado contemplábamos a Jesús tentado en el desierto, hoy lo contemplamos transfigurado. Son dos escenas que apuntan hacia la pascua, que nos anticipan el misterio pascual.

La lucha de Jesús con el diablo en el desierto anticipa la gran lucha final de la Pasión, explicitada en el relato de Getsemaní.

La transfiguración anticipa la gloria de Jesús resucitado.

El domingo pasado contemplábamos a Jesús plenamente hombre, como nosotros, hasta el punto de ser tentado. Este domingo contemplamos a Jesús transfigurado, divinizado, Hijo de Dios.

Dice el Papa Benedicto XVI: “Podríamos decir que estos dos domingos son como dos pilares sobre los que se apoya todo el edificio de la Cuaresma hasta la Pascua, más aún, (sobre estos dos domingo se apoya) toda la estructura de la vida cristiana, que consiste esencialmente en el dinamismo pascual: de la muerte a la vida.”
Estos dos domingos nos dan una lección impagable de cómo se desarrolla el verdadero seguimiento del Cristo:

Un seguimiento donde seremos tentados, y con su ayuda las venceremos todas. Las prácticas cuaresmales (oración, ayuno, limosna) son un remedio potentísimo para superar las tentaciones. Especialmente rezar con la palabra de Dios, Jesús supera las tentaciones citando la Palabra de Dios. Es bueno que en el domingo II de Cuaresma nos preguntemos: ¿Cómo van nuestros compromisos cuaresmales?

Un seguimiento basado en la oración: hoy contemplamos un acontecimiento de oración. “Jesús llamó  a Pedro, a Juan y a Santiago, y subió a lo alto de la montaña, para orar. Y, mientras oraba...”. Lo que hoy hace Jesús sólo se puede hacer en el ámbito de la oración: la voluntad humana de Jesús se adhiere a la voluntad divina de su Padre. En la oración, las voluntades del Padre y el Hijo se unen formando una sola cosa. Jesús una vez más dice “Amén”, dice “sí”, “aquí estoy”, “hágase en mí vuestra voluntad de amor”. Y aparecen los signos de la complacencia del Padre hacia el Hijo: la luz transfigura a Cristo y la voz lo proclama “Éste es mi Hijo, el escogido.”

También nuestra plegaria ha de ser un adherirse a la voluntad de nuestro Padre. Sólo hay plegaria auténtica si nos desinstalamos de nuestras visiones y vamos a la búsqueda de la voluntad de nuestro Padre. Esto es la conversión: ponernos cara a cara con Dios (con su Palabra) y dejarnos conmover, interpelar, desinstalar. 


Por eso decía que estos dos domingos nos dan una lección impagable de cómo es el verdadero seguimiento del Cristo. Un seguimiento donde seremos tentados, un seguimiento basado en la oración, un seguimiento donde habrá cruces.





La Santa Misa es la  Oración perfecta porque en ella cumplimos las cuatro condiciones para que una oración sea completa: adorar, dar gracias, suplicar perdón y pedir favores.



Siempre debemos recordar que tenemos una Madre que es maestra de oración, María. Hace unos años pasé un tiempo en un pequeño convento de capuchinos en Suiza. Había una niña en el lugar de cinco años, era hija de una mujer que ayudaba en la casa, que venía a menudo a ponerse de rodillas junto a alguno de los frailes que veía orando en el coro, unía sus manitas y mirándole a los ojos decía con toda seriedad: “Venga, hazme rezar”. Nosotros podemos imitar a aquella niña pequeña, ponernos en espíritu junto a María y decirle:
                                              «Por favor, hazme rezar».
Pidamos a María que sea para nosotros la Madre fuerte y amable que nos prepara al Bautismo del Espíritu (como lo hizo con los apóstoles) y a un nuevo Pentecostés, porque todos necesitamos de un nuevo Pentecostés. Si leemos los Hechos de los Apóstoles, veremos muchos Pentecostés. Ojalá, por su intercesión, pueda ser realidad también para nosotros aquella promesa de Jesús: «Vosotros seréis bautizados dentro de pocos días».Amén

P. Raniero CANTALAMESSA, OFMCap -Predicador Pontificio-




¿Como debe ser la oración del cristiano en Cuaresma? 

 

La oración debe ser como el respirar en el hombre, sin oración no hay vida interior.
En el tiempo de la Cuaresma el cristiano esta llamado a intensificar y a ejemplo de Jesús , retomar o profundizar la comunicación  con Dios Padre.

Dice e Papa Juan Pablo II: “A través de la oración, todo el mundo debe encontrar su referencia justa: esto es, la referencia a Dios: mi mundo interior y también el mundo objetivo, en el que vivimos y tal como lo conocemos. Si nos convertimos a Dios, todo en nosotros se dirige a Él. La oración es la expresión precisamente de este dirigirse a Dios; y esto es, al mismo tiempo, nuestra conversión continua: nuestro camino.”
En Jesús, se encuentra el balance perfecto entre oración y acción, en todo lo que cristo hacia, encontraba el tiempo para esa  comunicación con el Padre.
«y pasó la noche orando» (Lc. 6,12), «subió a un monte apartado para orar y, llegada la noche, estaba allí sólo» (Mt. 14,23). Ante su inminente pasión, en el Huerto “Lleno de angustia, oraba más intensamente “( Lc 22,39- 46). Para ensenar a sus apóstoles «Señor, enséñanos a orar» (Lc 11,1), les dio el Padrenuestro.
En nuestro diario vivir es muy fácil perder esa referencia justa de la cual el Santo Padre nos habla, pero para eso Jesús mismo nos enseña a orar, Jesús es maestro de oración (Mt. 6:5-8)

Nos llama a la humildad
“Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas; porque a ellos les gusta ponerse en pie y orar en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos por los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa. 

Nos llama a la sobriedad
“Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cuando hayas cerrado la puerta, ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. “
Nos llama a escuchar mas que  pedir repetitivamnete
“Y al orar, no uséis repeticiones sin sentido, como los gentiles, porque ellos se imaginan que serán oídos por su palabrería. Por tanto, no os hagáis semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes que vosotros le pidáis.
La oración  debe ser un tiempo de escuchar, de hacer silencio interior para escudriñar que es lo que Dios quiere para mi…

Tres recomendaciones 

1. Tiempos y lugares determinados para la oración: hacer una cita con Jesús, en la  mañana al medio dia y en la noche, si podemos hacer una visita al Santísimo también hagámoslo.

2. Hacer silencio interior: quitar los excesos externos o distracciones para hacer espacio para Dios.

3. Meditar en la dimensión dolorosa de la oración de Jesús, y la aceptación de su misión y la Voluntad del Padre ,como esto se aplica en nuestra vida, y como en los momentos difíciles Dios nos consuela.