martes, 2 de abril de 2013

El mundo entero lo recuerda

 
 

 

Francisco fue a rezar ante la tumba de Juan Pablo II en el octavo aniversario de su muerte




 La tumba se encuentra en la capilla de San Sebastián de la Basílica de San Pedro; desde el Vaticano destacaron que la visita es una expresión de "la profunda continuidad espiritual del ministerio petrino de los papas"
 
ROMA.- Al cumplirse hoy el octavo aniversario de la muerte del beato Juan Pablo II, Francisco fue a rezar esta tarde ante su tumba, que se encuentra en la capilla de San Sebastían de la Basílica de San Pedro.
El Papa argentino fue a rendirle tributo al papa polaco a las 19 (14 en la Argentina), luego del cierre del templo vaticano y fue acompañado por el cardenal Angelo Comastri, archispreste de la Basílica Vaticana y por su secretario personal, el monseñor maltés Alfred Xuereb.
"El Papa se detuvo largo tiempo arrodillado en oración silenciosa ante la tumba del beato Juan Pablo II", informó la sala de prensa de la Santa Sede, que precisó que el Pontífice también se detuvo brevemente en recogimiento ante las tumbas del beato Juan XXIII y de San Pío X.
Después de una larga agonía, Karol Wojtyla, el papa polaco que derrumbó el comunismo y fue electo el 16 de octubre de 1978, murió el 2 de abril de 2005. Juan Pablo II fue declarado beato el primero de mayo de 2011, en tiempo récord y después de que la Congregación para las Causas de los Santos aprobara un milagro por su intecesión -la curación de una monja francesa que padecía una agresiva forma de mal de Parkinson, enfermedad que también padeció el Papa que derrumbó el comunismo. Ahora hay otro milagro bajo estudio de la comisión de médicos de la misma congregación, que pronto podría ser aprobado, por lo que Francisco podría proclamar santo a Juan Pablo II este año. Los rumores dicen que la canonización podría tener lugar el domingo 20 de octubre, a 35 años de la elección.
"Como la visita de ayer a la tumba de San Pedro y a las Grutas Vaticanas, también la visita de esta tarde en la Basílica expresa la profunda continuidad espiritual del ministerio petrino de los papas, que el Papa Francisco vive y siente intensamente, como demostró también en el encuentro y los repetidos diálogos telefónicos con su predecesor Benedicto XVI", destacó el Vaticano.
 
 
 
Dios de infinita misericordia y bondad, con corazón agradecido te invocamos hoy 
en esta tierra que en otros tiempos recorrió San Pablo.
Proclamó a las naciones la verdad de que en Cristo Dios reconcilió al mundo consigo. 
Que tu voz resuene en el corazón de todos los hombres y mujeres,
cuando los llames a seguir el camino de reconciliación y paz,
y a ser misericordiosos como tú.


Señor, tú diriges palabras de paz a tu pueblo y a todos
los que se convierten a ti de corazón.
Te pedimos por los pueblos de Oriente Próximo.

Ayúdales a derribar las barreras de la hostilidad y de la división
y a construir juntos un mundo de justicia y solidaridad.


Señor, tú creas cielos nuevos y una tierra nueva.
Te encomendamos a los jóvenes de estas tierras.

En su corazón aspiran a un futuro más luminoso;
fortalece sus decisión de ser hombres y mujeres de paz y heraldos
de una nueva esperanza para sus pueblos.


Padre, tú haces germinar la justicia en la tierra.

Te pedimos por las autoridades civiles de esta región,
para que se esfuercen por satisfacer las justas aspiraciones de sus pueblos
y eduquen a los jóvenes en la justicia y en la paz.

Impúlsalos a trabajar generosamente por el bien común y a respetar
la dignidad inalienable de toda persona y los derechos fundamentales que derivan de la
imagen y semejanza del Creador impresa en todo ser humano.


Te pedimos de modo especial por la autoridades de
esta noble tierra de Siria.

Concédeles sabiduría, clarividencia y perseverancia;
no permitas que se desanimen en su ardua tarea de construir
la paz duradera, que anhelan todos los pueblos.
Padre celestial, en este lugar donde se produjo la conversión
del apóstol San Pablo, te pedimos por todos los que creen
en el evangelio de Jesucristo.

Guía sus pasos en la verdad y en el amor.

Haz que sean uno, como tú eres uno con el Hijo y el Espíritu Santo.

Que testimonien la paz que supera todo conocimiento y la luz que triunfa
sobre las tinieblas de la hostilidad, del pecado y de la muerte.


Señor del cielo y de la tierra,Creador de la única familia humana, 
te pedimos por los seguidores de todas las religiones.
Que busquen tu voluntad en la oración y en la pureza del corazón,
y te adoren y glorifiquen tu santo nombre.
Ayúdales a encontrar en ti la fuerza para superar el miedo y la desconfianza, 

para que crezca la amistad y vivan juntos en armonía.
Padre misericordioso, que todos los creyentes encuentren
la valentía de perdonarse unos a otros, a fin de que se curen las heridas del pasado

 y no sean un pretexto para nuevos sufrimientos en el presente.
Concédenos que esto se realice obre todo en Tierra Santa,
esta tierra que bendijiste con tantos signos de tu Providencia
y donde te revelaste como Dios de amor.


A la Madre de Jesús, la bienaventurada siempre Virgen María,
le encomendamos a los hombres y a las mujeres que viven en la tierra
donde vivió Jesús.

Que, al seguir su ejemplo, escuchen la palabra de Dios
y tengan respeto y compasión por lo demás, 

especialmente por los que son diversos de ellos.
Que, con un solo corazón y una sola mente, trabajen para que todo el mundo sea
una verdadera casa para todos sus pueblos.


¡ Paz! ¡Paz! ¡Paz!
                                     Amén.

                                           Juan Pablo II

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