sábado, 8 de marzo de 2014

DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER: JUAN PABLO y FRANCISCO hablan de la mujer en la IGLESIA

  
Te doy gracias, mujer - madre, que te conviertes en seno del ser humano con la alegría y los dolores de parto de una experiencia única, la cual te hace sonrisa de Dios para el niño que viene a la luz y te hace guía de sus primeros pasos, apoyo de su crecimiento, punto de referencia en el posterior camino de la vida.

Te doy gracias, mujer - esposa, que unes irrevocablemente tu destino al de un hombre, mediante una relación de recíproca entrega, al servicio de la comunión y de la vida.

Te doy gracias, mujer - hija y mujer - hermana, que aportas al núcleo familiar y también al conjunto de la vida social las riquezas de tu sensibilidad, intuición, generosidad y constancia.

Te doy gracias, mujer - trabajadora, que participas en todos los ámbitos de la vida social, económica, cultural, artística y política, mediante la indispensable aportación que das a la elaboración de una cultura capaz de conciliar razón y sentimiento, a una concepción de la vida siempre abierta al sentido del "misterio", a la edificación de estructuras económicas y políticas más ricas de humanidad.

Te doy gracias, mujer- consagrada, que a ejemplo de la más grande de las mujeres, la Madre de Cristo, Verbo encarnado, te abres con docilidad y fidelidad al amor de Dios, ayudando a la Iglesia y a toda la humanidad a vivir para Dios una respuesta "esponsal", que expresa maravillosamente la comunión que El quiere establecer con su criatura.

Te doy gracias, mujer, ¡por el hecho mismo de ser mujer! Con la intuición propia de tu femineidad enriqueces la comprensión del mundo y contribuyes a la plena verdad de las relaciones humanas.
  
Pero dar gracias no basta, lo sé.

  
Carta del PAPA JUAN PABLO II A LAS MUJERES



PARA RECORDAR.... Y TENER EN CUENTA 



Viernes, 20 de septiembre de 2013

En una larga entrevista de 6 horas dividida en tres sesiones, Francisco abre su alma y desnuda su corazón a un compañero jesuita, el padre Antonio Spadaro, director de la revista jesuita 'Civiltà cattolica'. En lo personal confiesa ser "bastante ingenuo", "indisciplinado nato" y se retrata como "un pecador en quien el Señor ha puesto sus ojos", con una clave para ser feliz: "La esperanza". 

Como Papa, pide tiempo para hacer reformas y sueña con una Iglesia capaz "de curar heridas y consolar corazones", con una presencia mayor del "genio femenino" en puestos de autoridad.

La necesidad del 'genio femenino'

Otro tema espinoso y que levanta ampollas en la Iglesia es el del papel de la mujer. El Papa tiene claro que "es necesario ampliar los espacios para una presencia femenina más incisiva en la Iglesia. Temo la solución del 'machismo con faldas', porque la mujer tiene una estructura diferente del varón. Pero los discursos que oigo sobre el rol de la mujer a menudo se inspiran en una ideología machista".
A su juicio, "las mujeres están formulando cuestiones profundas que debemos afrontar. La Iglesia no puede ser ella misma sin la mujer y el papel que esta desempeña. La mujer es imprescindible para la Iglesia. María, una mujer, es más importante que los obispos. Digo esto porque no hay que confundir la función con la dignidad".
Y concluye señalando que hay que "profundizar más en la figura de la mujer en la Iglesia. Hay que trabajar más hasta elaborar una teología profunda de la mujer". Eso sí, avanza también que desea que la mujer pueda estar presente en los puestos de responsabilidad y de autoridad eclesiales. "En los lugares donde se toman las decisiones importantes es necesario el genio femenino".

 La mujer es imprescindible para la Iglesia, dice el Papa Francisco.

"La Iglesia no puede ser ella misma sin la mujer y el papel que esta desempeña. La mujer es imprescindible para la Iglesia. María, una mujer, es más importante que los obispos. Digo esto porque no hay que confundir la función con la dignidad".
"Es preciso, por tanto, profundizar más en la figura de la mujer en la Iglesia. Hay que trabajar más hasta elaborar una teología profunda de la mujer. Solo tras haberlo hecho podremos reflexionar mejor sobre su función dentro de la Iglesia".
 El Papa cierra este tema afirmando que "en los lugares donde se toman las decisiones importantes es necesario el genio femenino. Afrontamos hoy este desafío: reflexionar sobre el puesto específico de la mujer incluso allí donde se ejercita la autoridad en los varios ámbitos de la Iglesia".






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