"Preparen el camino del Señor, hagan rectos sus senderos, y todos los hombres verán al Salvador"
En el AÑO DE LA FE…
Que nos dice el CATIC de
JUAN BAUTISTA?
PRIMERA PARTE
LA PROFESIÓN DE LA FE
LA PROFESIÓN DE LA FE
SEGUNDA SECCIÓN:
LA PROFESIÓN DE LA FE CRISTIANA
LA PROFESIÓN DE LA FE CRISTIANA
CAPÍTULO SEGUNDO
CREO EN JESUCRISTO, HIJO ÚNICO DE DIOS
CREO EN JESUCRISTO, HIJO ÚNICO DE DIOS
ARTÍCULO 3
"JESUCRISTO FUE CONCEBIDO POR OBRA Y GRACIA
DEL ESPÍRITU SANTO Y NACIÓ DE SANTA MARÍA VIRGEN"
"JESUCRISTO FUE CONCEBIDO POR OBRA Y GRACIA
DEL ESPÍRITU SANTO Y NACIÓ DE SANTA MARÍA VIRGEN"
523 San Juan Bautista es el precursor (cf. Hch 13, 24) inmediato
del Señor, enviado para prepararle el camino (cf. Mt 3, 3). "Profeta del
Altísimo" (Lc 1, 76), sobrepasa a todos los profetas (cf. Lc 7, 26), de los que
es el último (cf. Mt 11, 13), e inaugura el Evangelio (cf. Hch 1, 22;
Lc 16,16);
desde el seno de su madre ( cf. Lc 1,41) saluda la venida de Cristo y encuentra
su alegría en ser "el amigo del esposo" (Jn 3, 29) a quien señala como "el
Cordero de Dios que quita el pecado del mundo" (Jn 1, 29). Precediendo a Jesús
"con el espíritu y el poder de Elías" (Lc 1, 17), da testimonio de él mediante
su predicación, su bautismo de conversión y finalmente con su martirio (cf. Mc
6, 17-29).
524 Al celebrar anualmente la liturgia de Adviento, la Iglesia
actualiza esta espera del Mesías: participando en la larga preparación de la
primera venida del Salvador, los fieles renuevan el ardiente deseo de su segunda
Venida (cf. Ap 22, 17). Celebrando la natividad y el martirio del Precursor, la
Iglesia se une al deseo de éste: "Es preciso que él crezca y que yo disminuya"
(Jn 3, 30).
CAPÍTULO TERCERO
CREO EN EL ESPÍRITU SANTO
CREO EN EL ESPÍRITU SANTO
ARTÍCULO 8
“CREO EN EL ESPÍRITU SANTO”
“CREO EN EL ESPÍRITU SANTO”
717 "Hubo un hombre, enviado por Dios, que se llamaba Juan. (Jn 1, 6).
Juan fue "lleno del Espíritu Santo ya desde el seno de su madre" (Lc 1, 15. 41)
por obra del mismo Cristo que la Virgen María acababa de concebir del Espíritu
Santo. La "Visitación" de María a Isabel se convirtió así en "visita de Dios a
su pueblo" (Lc 1, 68).
718 Juan es "Elías que debe venir" (Mt 17, 10-13): El fuego del Espíritu
lo habita y le hace correr delante [como "precursor"] del Señor que viene. En
Juan el Precursor, el Espíritu Santo culmina la obra de "preparar al Señor un
pueblo bien dispuesto" (Lc 1, 17).
719 Juan es "más que un profeta" (Lc 7, 26). En él, el Espíritu Santo
consuma el "hablar por los profetas". Juan termina el ciclo de los profetas
inaugurado por Elías (cf. Mt 11, 13-14). Anuncia la inminencia de la consolación
de Israel, es la "voz" del Consolador que llega (Jn 1, 23; cf.
Is 40, 1-3). Como
lo hará el Espíritu de Verdad, "vino como testigo para dar testimonio de la luz"
(Jn 1, 7; cf. Jn 15, 26; 5, 33). Con respecto a Juan, el Espíritu colma así las
"indagaciones de los profetas" y la ansiedad de los ángeles (1 P
1, 10-12): "Aquél sobre quien veas que baja el Espíritu y se queda sobre él, ése
es el que bautiza con el Espíritu Santo. Y yo lo he visto y doy testimonio de que
éste
es el Hijo de Dios [...] He ahí el Cordero de Dios" (Jn 1, 33-36).
720 En fin, con Juan Bautista, el Espíritu Santo, inaugura,
prefigurándolo, lo que realizará con y en Cristo: volver a dar al hombre la
"semejanza" divina. El bautismo de Juan era para el arrepentimiento, el del agua
y del Espíritu será un nuevo nacimiento (cf. Jn 3, 5).
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