San Benito de Nursia
480-547
Abad, Patrón de Europa y Patriarca del monasticismo occidental.
Lema: "Ora y Labora", representado emblemáticamente por el arado y la cruz.
Fiesta: 11 de julio
Etimología: Benito: "bendecido"
Vida de oración disciplina y trabajo
Se levantaba a las dos de la madrugada a rezar los salmos. Pasaba
horas rezando y meditando. Hacia también horas de trabajo manual, imitando a
Jesucristo. Veía el trabajo como algo honroso. Su dieta era vegetariana y
ayunaba diariamente, sin comer nada hasta la tarde. Recibía a muchos para
dirección espiritual. Algunas veces acudía a los pueblos con sus monjes a
predicar. Era famoso por su trato amable con todos.
Su gran amor y su fuerza fueron la Santa Cruz con la que hizo
muchos milagros. Fue un poderoso exorcista. Este don para someter a los
espíritus malignos lo ejerció utilizando como sacramental la famosa Cruz de San
Benito.
La medalla de San Benito es un sacramental reconocido por la Iglesia con gran poder de exorcismo. Como todo sacramental, su poder está no en si misma sino en Cristo quien lo otorga a la Iglesia y por la fervorosa disposición de quién usa la medalla.
Descripción de la medalla:
En el frente de la medalla aparece San Benito con la Cruz en una mano y el libro de las Reglas en la otra mano, con la oración: "A la hora de nuestra muerte seamos protegidos por su presencia". (Oración de la Buena Muerte).
El reverso muestra la cruz de San Benito con las letras:
C.S.P.B.: "Santa Cruz del Padre Benito"
C.S.S.M.L. : "La santa Cruz sea mi luz" (crucero vertical de la cruz)
N.D.S.M.D.: "y que el Dragón no sea mi guía." (crucero horizontal)
En círculo, comenzando por arriba hacia la derecha:
V.R.S. "Abajo contigo Satanás"
N.S.M.V. "para de atraerme con tus mentiras"
S.M.Q.L. "Venenosa es tu carnada"
I.V.B. "Trágatela tu mismo".
PAX "Paz"
El Crucifijo con medalla de San Benito
El Crucifijo de la Buena Muerte y la Medalla de San Benito han sido reconocidos por la Iglesia como una ayuda para el cristiano en la hora de tentación, peligro, mal, principalmente en la hora de la muerte. Le ha dado al Crucifijo con la medalla Indulgencia Plenaria.
La indulgencia plenaria de la Cruz de la Buena Muerte, quien realmente crea en la santa Cruz, no será apartado de El, ganará indulgencia plenaria en la hora de la muerte. Si este se confiesa, recibe la Comunión o por lo menos con el arrepentimiento previo de sus pecados, llamando el Santo nombre de Jesús con devoción y aceptando resignadamente la muerte como venida de las manos de Dios. Para la indulgencia no basta la Cruz, debe representarse a Cristo crucificado. Esta cruz también ayuda a los enfermos para unir nuestros sufrimientos a los de Nuestro Salvador
LA SANTA REGLA
Inspirado por Dios, San Benito escribió un
Reglamento para sus monjes que llamó "La Santa Regla" y que ha sido
inspiración para los reglamentos de muchas comunidades religiosas
monásticas. Muchos laicos también se
comprometen a vivir los aspectos esenciales de esta regla, adaptada a las
condiciones de la vocación laica.
La síntesis de la Regla es la frase
"Ora et labora" (reza y trabaja), es decir, la vida del monje ha de
ser de contemplación y de acción, como nos enseña el Evangelio.
•
La primera virtud que necesita un religioso (después de la caridad) es la
humildad.
• La
casa de Dios es para rezar y no para charlar.
• Todo
superior debe esforzarse por ser amable como un padre bondadoso.
• El
ecónomo o el que administra el dinero no debe humillar a nadie.
• Cada
uno debe esforzarse por ser exquisito y agradable en su trato
• Cada
comunidad debe ser como una buena familia donde todos se aman
• Evite
cada individuo todo lo que sea vulgar.
Recuerde lo que decía San Ambrosio: "Portarse con nobleza es una
gran virtud".
• El verdadero monje
debía ser "no soberbio, no violento, no comilón, no dormilón, no perezoso,
no murmurador, no denigrador… sino casto, manso, celoso, humilde,
obediente".
MILAGROS DE SAN BENITO.
He aquí algunos de los muchos milagros
relatados por San Gregorio, en su biografía de San Benito
El muchacho que no sabía nadar. El joven Plácido cayó en un
profundo lago y se estaba ahogando. San
Benito mandó a su discípulo preferido Mauro: "Láncese al agua y
sálvelo". Mauro se lanzó enseguida
y logró sacarlo sano y salvo hasta la orilla.
Y al salir del profundo lago se acordó de que había logrado atravesar
esas aguas sin saber nadar. La
obediencia al santo le había permitido hacer aquel salvamento milagroso.
El edificio que se cae. Estando construyendo el monasterio, se vino
abajo una enorme pared y sepultó a uno de los discípulos de San Benito. Este se puso a rezar y mandó a los otros
monjes que removieran los escombros, y debajo de todo apareció el monje
sepultado, sano y sin heridas, como si hubiera simplemente despertado de un
sueño.
La piedra que no se movía. Estaban sus religiosos constructores tratando
de quitar una inmensa piedra, pero esta no se dejaba ni siquiera mover un
centímetro. Entonces el santo le envió
una bendición, y enseguida la pudieron remover de allí como si no pesara
nada. Por eso desde hace siglos cuando
la gente tiene algún grave problema en su casa que no logra alejar, consigue
una medalla de San Benito y le reza con fe, y obtiene prodigios. Es que este varó de Dios tiene mucho influjo
ante Nuestro Señor.
Panes que se
multiplican.
Muertes anunciadas. Un día exclamó: "Se murió mi amigo el
obispo de Cápua, porque vi que subía al cielo un bello globo
luminoso". Al día siguiente
vinieron a traer la noticia de la muerte del obispo. Otro día vió que salía volando hacia el cielo
una blanquísima paloma y exclamó: :Seguramente se murió mi hermana
Escolástica". Los monjes fueron a
averiguar, y sí, en efecto acababa de morir tan santa mujer
Anuncia su muerte
El santo que había vaticinado tantas cosas
a otros, fue advertido con anterioridad acerca de su próxima muerte. Lo notificó a sus discípulos y, seis días
antes del fin, les pidió que cavaran su tumba.
Tan pronto como estuvo hecha fue atacado por la fiebre. El 21 de marzo del año 543, durante las
ceremonias del Jueves Santo, recibió la Eucaristía. Después, junto a sus monjes, murmuró unas
pocas palabras de oración y murió de pie en la capilla, con las manos
levantadas al cielo. Sus últimas palabras fueron: "Hay que tener un deseo
inmenso de ir al cielo". Fue enterrado junto a Santa Escolástica, su
hermana, en el sitio donde antes se levantaba el altar de Apolo, que él había
destruido.
Dos de sus monjes estaban lejos de allí
rezando, y de pronto vieron una luz esplendorosa que subía hacia los cielos y
exclamaron: "Seguramente es nuestro Padre Benito, que ha volado a la
eternidad". Era el momento preciso
en el que moría el santo.
ORACIÓN PARA PEDIR SU PROTECCIÓN
Santísimo confesor del Señor; Padre y jefe
de los monjes, interceded por nuestra santidad, por nuestra salud del alma,
cuerpo y mente.
Destierra de nuestra vida, de nuestra casa,
las asechanzas del maligno espíritu. Líbranos de funestas herejías, de malas
lenguas y hechicerías.
Pídele al Señor, remedie nuestras
necesidades espirituales, y corporales. Pídele también por el progreso de la santa
Iglesia Católica; y porque mi alma no muera en pecado mortal, para que así
confiado en Tu poderosa intercesión, pueda algún día en el cielo, cantar las
eternas alabanzas. Amén.
Jesús, María y José os amo, salvad vidas,
naciones y almas.
Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y
Glorias.
ORACIÓN PARA EL 11 DE JULIO
San Benito, Padre y Protector nuestro, tu
no te antepusiste a nada ante Cristo desde que lo hallaste en la oración.
Intercede para que también nosotros podamos encontrarlo y así vivamos en el
amor del Eterno Padre y en la victoria de la Cruz de su Hijo. Que unamos
nuestros sufrimientos a los de la para la redención de nuestros pecados. Amen.
Coronilla a San
Benito
La Corona de San Benito es
muy fácil de rezar. Se comienza rezando el Credo, seguido por tres cortas
jaculatorias tomadas de la Medalla de San Benito. Cada jaculatoria se dice tres
veces y al final se acompaña de un Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Se finaliza
con una oración, unas letanías a San Benito y otra oración final de intercesión
y de petición de una gracia o favor.
CREDO
Creo en Dios Padre,
Todopoderoso,...
¡Que la Santa Cruz sea mi
Luz,
y que el demonio no sea mi
guía! [Tres veces]
Padre Nuestro, Ave María,
Gloria.
¡Retrocede, Satanás,
no me persuadirás de cosas
vanas! [Tres veces]
Padre Nuestro, Ave María,
Gloria.
Lo que me presentes, será
inútil…
¡bebe tú mismo de tu propio
veneno! [Tres veces]
Padre Nuestro, Ave María,
Gloria.
ORACIÓN.- Padre Eterno, en
unión con tu Divino Hijo y el Espíritu Santo, y a través del Inmaculado Corazón
de María, yo te suplico que destruyas el poder de tus más grandes enemigos: los
espíritus malignos. Arrójalos a lo más profundo del infierno y déjalos ahí por
toda la eternidad.
Oh! Padre Eterno,
concédenos el Reino del Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María. Yo
repetiré esta oración por puro amor, con cada latido de mi corazón y en cada
uno de mis suspiros. Amén.
DIOS TE SALVE REINA Y
MADRE...
Mateo 10: 7 - 15
7 Id
proclamando que el Reino de los Cielos está cerca.
8 Curad
enfermos, resucitad muertos, purificad leprosos, expulsad demonios. Gratis lo
recibisteis; dadlo gratis.
9 No
os procuréis oro, ni plata, ni calderilla en vuestras fajas;
10 ni
alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; porque el
obrero merece su sustento.
11 «En
la ciudad o pueblo en que entréis, informaos de quién hay en él digno, y
quedaos allí hasta que salgáis.
12 Al
entrar en la casa, saludadla.
13 Si
la casa es digna, llegue a ella vuestra paz; mas si no es digna, vuestra paz se
vuelva a vosotros.
14 Y
si no se os recibe ni se escuchan vuestras palabras, salid de la casa o de la
ciudad aquella sacudiendo el polvo de vuestros pies.
15 Yo
os aseguro: el día del Juicio habrá menos rigor para la tierra de Sodoma y
Gomorra que para aquella ciudad.
Palabra de Dios
Que
Dios nos envíe muchos maestros como San Benito, y que nosotros también amemos
con todo el corazón a Jesús y trabajemos con Él y para Él construyendo el Reino
.
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