“Un amigo fiel es un refugio
seguro: el que lo halla ha encontrado un tesoro. ¿Qué no daría uno por un amigo
fiel? ¡No tiene precio! Un amigo fiel es como un remedio que te salva; los que
temen al Señor encontrarán al amigo verdadero, pues asi como es él, así será su
amigo” (Sir 6, 14-17)
Un amigo fiel es refugio seguro
en momentos de angustia, tristeza, desesperación y crisis. No tiene precio un
amigo así, ninguna cantidad de dinero podrá comprar una amistad verdadera.
Realmente es muy valiosa y como tal debemos valorarla y apreciarla. Una amistad
fiel es un remedio, nos alivia de nuestro pesar, pena y dolor. ¿Cuántas veces
nos sentíamos mal o enfermos pero la llamada de un amigo nos hizo sentir mejor?
Pues bien, la amistad es nuestro remedio. El que teme al Señor encontrará al
amigo verdadero. Y aquí no quiere decir el que le tenga miedo al Señor, sino el
que lo busca, el que lo obedece, el que lo ama y lo sigue. Esa persona
encontrará al amigo fiel, al amigo verdadero que le permitirá seguir
acercándose cada vez más a Dios. Y juntos serán bendición para sus vidas.
Tu amigo es:
El que siendo leal y sincero te
comprende;
El que te acepta como eres y tiene
fe en ti,
El que sin envidia reconoce tus
valores,
Te estimula y te elogia sin
adularte;
El que te ayuda
desinteresadamente
Y no abusa de tu bondad;
El que con sabios consejos
te ayuda
A construir y pulir tu
personalidad;
El que goza con tus alegrías
Que llegan a tu corazón.
El que sin penetrar en tu
intimidad,
Trata de conocer tu dificultad
para ayudarte;
El que sin herirte te aclara
Lo que entendiste mal o te saca
del error;
El que levanta tu
animo cuando estas caído;
El que con cuidados y atenciones
Quiere menguar el dolor de tu
enfermedad;
El que te perdona con
generosidad,
Olvidando Tú ofensa.
El que ve en ti un ser humano
con alegrías,
Esperanzas, debilidades y
luchas…
Este es el amigo verdadero.
Si lo descubres,
Consérvalo como un tesoro.
La amistad no es
exclusividad, parte de mostrarse amigo es entender que mis amistades no son
exclusivos, ellos y ellas pueden tener mas amigos y porque no, muy buenos
amigos, no confundamos la amistad con la exclusividad, porque un verdadero amigo
esta dispuesto a compartir a la persona que considera amiga, no caigamos en el
error de creer que es nuestro amigo o amiga exclusiva y al ver que ella o el no
piensa de la misma manera de nosotros comencemos a reaccionar de una forma poca
amigable.
¿Cuántas amistades hemos perdido, por creer que amistad era exclusividad?, es ahí en donde entra la Palabra que nos hace reflexionar y que nos dice que el hombre que tiene amigos, también tiene que mostrarse como un amigo, pues amigos hay mas unidos que un hermano.
El amigo siempre querrá lo mejor para el otro, sin importar que eso signifique perder su amistad y es que la verdadera amistad solo puede nacer de un corazón amoroso, de un corazón que ve a su prójimo como así mismo y que esta para complacer y no para ser complacido.
¿Cuántas amistades hemos perdido, por creer que amistad era exclusividad?, es ahí en donde entra la Palabra que nos hace reflexionar y que nos dice que el hombre que tiene amigos, también tiene que mostrarse como un amigo, pues amigos hay mas unidos que un hermano.
El amigo siempre querrá lo mejor para el otro, sin importar que eso signifique perder su amistad y es que la verdadera amistad solo puede nacer de un corazón amoroso, de un corazón que ve a su prójimo como así mismo y que esta para complacer y no para ser complacido.
Que lindo seria que
entendiéramos que es la amistad y que comenzáramos a mostrarnos cada uno de
nosotros como verdaderos amigos, de esos que no se reprochan cosas, sino que al
contrario se ven las virtudes, de esos que no se desaniman entre ellos, sino
que al contrario, se toman de la mano y no se sueltan, de esos que aunque pasen
los años siempre estarán ahí, como todo excelente amigo.
Si bien es cierto que nada te asegura una verdadera amistad, pues solo Jesús es
un amigo Fiel, no puedo negar que en la vida encontraras muy buenos amigos, con
errores y defectos, pero en general muy buenos amigos a los cuales Dios ha
tenido a bien ponerlos en tu camino.
Un amigo es una persona que nos muestra el rumbo y recorre con nosotros una parte del camino
Un amigo es una persona que nos muestra el rumbo y recorre con nosotros una parte del camino
Evangelio según San Juan 15,9-17.
Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto.
Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto.
Este es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros,
como yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos.
Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo
servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; yo los llamo
amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre.
No son ustedes
los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné
para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidan al
Padre en mi Nombre, él se lo concederá. Lo que yo les mando es que se amen los
unos a los otros.
PALABRA DE DIOS.
GLORIA A TI SEÑOR JESUS!
LA PROFESIÓN DE LA FE
PRIMERA SECCIÓN
«CREO»-«CREEMOS»
CAPÍTULO TERCERO
LA RESPUESTA DEL HOMBRE A DIOS
142 Por su revelación, «Dios invisible habla a los hombres como amigos, movido por su gran amor y mora con ellos para invitarlos a la comunicación consigo y recibirlos en su compañía» (DV 2). La respuesta adecuada a esta invitación es la fe.
SEGUNDA PARTE
LA CELEBRACIÓN DEL MISTERIO CRISTIANO
SEGUNDA SECCIÓN:
LOS SIETE SACRAMENTOS DE LA IGLESIA
CAPÍTULO TERCERO
LOS SACRAMENTOS AL SERVICIO DE LA COMUNIDAD
ARTÍCULO 6
EL SACRAMENTO DEL ORDEN
La ordenación de los presbíteros, cooperadores de los obispos
1567 "Los presbíteros, como colaboradores diligentes
de los obispos y ayuda e instrumento suyos, llamados para servir al Pueblo de
Dios, forman con su obispo un único presbiterio, dedicado a diversas tareas.
En cada una de las comunidades locales de fieles hacen presente de alguna
manera a su obispo, al que están unidos con confianza y magnanimidad;
participan en sus funciones y preocupaciones y las llevan a la práctica cada
día" (LG 28). Los
presbíteros sólo pueden ejercer su ministerio en dependencia del obispo y en
comunión con él. La promesa de obediencia que hacen al obispo en el momento de
la ordenación y el beso de paz del obispo al fin de la liturgia de la
ordenación significa que el obispo los considera como sus colaboradores, sus
hijos, sus hermanos y sus amigos y que a su vez ellos le deben amor y
obediencia.
TERCERA PARTELA VIDA EN CRISTO
PRIMERA SECCIÓN
LA VOCACIÓN DEL HOMBRE:
LA VIDA EN EL ESPÍRITU
CAPÍTULO TERCERO
LA SALVACIÓN DE DIOS:
LA LEY Y LA GRACIA
ARTÍCULO 1
LA LEY MORAL
1972 La Ley nueva es llamada ley de amor, porque
hace obrar por el amor que infunde el Espíritu Santo más que por el temor; ley
de gracia, porque confiere la fuerza de la gracia para obrar mediante la fe
y los sacramentos; ley de libertad (cf St 1, 25; 2, 12), porque
nos libera de las observancias rituales y jurídicas de la Ley antigua, nos
inclina a obrar espontáneamente bajo el impulso de la caridad y nos hace pasar
de la condición del siervo “que ignora lo que hace su señor”, a la de amigo de
Cristo, “porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer” (Jn
15, 15), o también a la condición de hijo heredero (cf Ga 4, 1-7. 21-31;
Rm 8, 15).
TERCERA PARTELA VIDA EN CRISTO
SEGUNDA SECCIÓN
LOS DIEZ MANDAMIENTOS
“Maestro, ¿qué he de hacer...?”
El Decálogo en la Sagrada Escritura
2063 La alianza y el diálogo entre Dios y el hombre están
también confirmados por el hecho de que todas las obligaciones se enuncian en
primera persona (“Yo soy el Señor...”) y están dirigidas a otro sujeto (“tú”).
En todos los mandamientos de Dios hay un pronombre personal en singular
que designa el destinatario. Al mismo tiempo que a todo el pueblo, Dios da a
conocer su voluntad a cada uno en particular: «El Señor prescribió el amor a Dios y enseñó la justicia para con el prójimo a fin de que el hombre no fuese ni injusto, ni indigno de Dios. Así, por el Decálogo, Dios preparaba al hombre para ser su amigo y tener un solo corazón con su prójimo [...]. Las palabras del Decálogo persisten también entre nosotros (cristianos). Lejos de ser abolidas, han recibido amplificación y desarrollo por el hecho de la venida del Señor en la carne» (San Ireneo de Lyon, Adversus haereses, 4, 16, 3-4).
CUARTA PARTE
LA ORACIÓN CRISTIANA
PRIMERA SECCIÓN
LA ORACIÓN EN LA VIDA CRISTIANA
CAPÍTULO SEGUNDO
LA TRADICIÓN DE LA ORACIÓN
ARTÍCULO 2
EL CAMINO DE LA ORACIÓN
La oración a Jesús
Requisitos para ser amigos de Cristo.
Habría que preguntarnos qué requisitos se necesitan para entrar en el círculo de amigos de Jesús.
Jesucristo nos contesta en el Evangelio: "Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que os mando" (Jn 15, 14). Y lo que nos ha mandado Jesús es amarnos unos a otros, como Él nos ha amado. Él nos ha mandado rezar y vigilar. Él nos ha mandado ser mansos y humildes de corazón. Él nos ha mandado ser santos como su Padre celestial es santo. Él nos ha mandado cargar con su yugo. Y así podríamos seguir con todo el Evangelio. Ahí tenemos lo que Jesús nos ha mandado. Si lo cumplimos, seremos sus amigos.
Por tanto, para ser amigos de Jesús no es suficiente un amor de sentimientos, de emociones. Hay que amar a Jesús con un amor de entrega, de sacrificio, de fidelidad. Con un amor hecho obras. Obras son amores y no buenas razones.
Jesús no quiere amigos de conveniencia, que sólo están con Él hasta el partir el pan, pero que le dejan solo y huyen cuando se aproxima la sombra de la cruz. Jesús no quiere amigos que se aprovechen de Él para conseguir los mejores puestos en el cielo.
Jesús quiere amigos humildes, pacíficos, de alma pura y libre de ataduras sensuales. Sólo a éstos acercará Jesús a su divino corazón.
A todos hay que amar por Jesús. Y a Jesús hay que amarlo por sí mismo. Sólo a Jesucristo se le debe amor total, porque está probado que Él es el único amigo totalmente bueno, totalmente leal.
Habría que preguntarnos qué requisitos se necesitan para entrar en el círculo de amigos de Jesús.
Jesucristo nos contesta en el Evangelio: "Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que os mando" (Jn 15, 14). Y lo que nos ha mandado Jesús es amarnos unos a otros, como Él nos ha amado. Él nos ha mandado rezar y vigilar. Él nos ha mandado ser mansos y humildes de corazón. Él nos ha mandado ser santos como su Padre celestial es santo. Él nos ha mandado cargar con su yugo. Y así podríamos seguir con todo el Evangelio. Ahí tenemos lo que Jesús nos ha mandado. Si lo cumplimos, seremos sus amigos.
Por tanto, para ser amigos de Jesús no es suficiente un amor de sentimientos, de emociones. Hay que amar a Jesús con un amor de entrega, de sacrificio, de fidelidad. Con un amor hecho obras. Obras son amores y no buenas razones.
Jesús no quiere amigos de conveniencia, que sólo están con Él hasta el partir el pan, pero que le dejan solo y huyen cuando se aproxima la sombra de la cruz. Jesús no quiere amigos que se aprovechen de Él para conseguir los mejores puestos en el cielo.
Jesús quiere amigos humildes, pacíficos, de alma pura y libre de ataduras sensuales. Sólo a éstos acercará Jesús a su divino corazón.
A todos hay que amar por Jesús. Y a Jesús hay que amarlo por sí mismo. Sólo a Jesucristo se le debe amor total, porque está probado que Él es el único amigo totalmente bueno, totalmente leal.
hola paso visitando su blog, bendiciones
ResponderEliminarmi blog www.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com