Memoria de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo, monte
en el que Elías consiguió que el pueblo de Israel volviese a dar culto al Dios
vivo y en el que, más tarde, algunos, buscando la soledad, se retiraron para
hacer vida eremítica, dando origen con el correr del tiempo a una orden
religiosa de vida contemplativa, que tiene como patrona y protectora a la Madre
de Dios.
La estrella del Mar
y los Carmelitas
Los marineros, antes de la edad de la electrónica, dependían de las
estrellas para marcar su rumbo en el inmenso océano. De aquí la analogía con La
Virgen María quien como, estrella del mar, nos guía por las aguas difíciles de
la vida hacia el puerto seguro que es Cristo.
Por la invasión de los sarracenos, los Carmelitas se vieron
obligados a abandonar el Monte Carmelo. Una antigua tradición nos dice que
antes de partir se les apareció la Virgen mientras cantaban el Salve Regina y
ella prometió ser para ellos su Estrella del Mar. Por ese bello nombre conocían
también a la Virgen porque el Monte Carmelo se alza como una estrella junto al
mar.
Los Carmelitas y la
devoción a la Virgen del Carmen se difunden por el mundo
La Virgen Inmaculada, Estrella del Mar, es la Virgen del Carmen, es
decir a la que desde tiempos remotos se venera en el Carmelo. Ella acompañó a
los Carmelitas a medida que la orden se propagó por el mundo. A los Carmelitas
se les conoce por su devoción a la Madre de Dios, ya que en ella ven el
cumplimiento del ideal de Elías. Incluso se le llamó: "Los hermanos de
Nuestra Señora del Monte Carmelo". En su profesión religiosa se
consagraban a Dios y a María, y tomaban el hábito en honor ella, como un
recordatorio de que sus vidas le pertenecían a ella, y por ella, a Cristo.
La devoción a la Virgen del Carmen se propagó particularmente en
los lugares donde los carmelitas se establecieron.
¿Qué es el
Escapulario carmelita?
Los seres humanos nos comunicamos por símbolos. Así como tenemos
banderas, escudos y también uniformes que nos identifican. Las comunidades
religiosas llevan su hábito como signo de su consagración a Dios.
Los laicos no pueden llevar hábito, pero los que desean asociarse a
los religiosos en su búsqueda de la santidad pueden usar el escapulario. La
Virgen dio a los Carmelitas el escapulario como un hábito miniatura que todos
los devotos pueden llevar para significar su consagración a ella. Consiste en
un cordón que se lleva al cuello con dos piezas pequeñas de tela color café,
una sobre el pecho y la otra sobre la espalda. Se usa bajo la ropa. Junto con
el rosario y la medalla milagrosa, el escapulario es uno de los mas importantes
sacramentales marianos.
Dice San Alfonso Ligorio, doctor de la Iglesia: "Así como los
hombres se enorgullecen de que otros usen su uniforme, así Nuestra Señora Madre
María está satisfecha cuando sus servidores usan su escapulario como prueba de
que se han dedicado a su servicio, y son miembros de la familia de la Madre de
Dios."
El escapulario es un
sacramental.
Un sacramental es un objeto religioso que la Iglesia haya aprobado
como signo que nos ayuda a vivir santamente y a aumentar nuestra devoción. Los
sacramentales deben mover nuestros corazones a renunciar a todo pecado, incluso
al venial.
El escapulario, al ser un sacramental, no nos comunica gracias como
hacen los sacramentos. Las gracias nos vienen por nuestra respuesta de amor a
Dios y de verdadera contrición del pecado, lo cual el sacramental debe motivar.
¿Cómo surgió el
escapulario?
La palabra escapulario viene del Latín "scapulae" que
significa "hombros". Originalmente era un vestido superpuesto que cae
de los hombros y lo llevaban los monjes durante su trabajo. Con el tiempo se le
dio el sentido de ser la cruz de cada día que, como discípulos de Cristo
llevamos sobre nuestros hombros. Para los Carmelitas particularmente, pasó a
expresar la dedicación especial a la Virgen Santísima y el deseo de imitar su
vida de entrega a Cristo y a los demás.
La Virgen María entrega el escapulario el 16 de julio de 1251.
En el año 1246 nombraron a San Simón Stock general de la Orden
Carmelita. Este comprendió que, sin una intervención de la Virgen, a la orden
le quedaba poco tiempo. Simón recurrió a María poniendo la orden bajo su
amparo, ya que ellos le pertenecían. En su oración la llamó "La flor del
Carmelo" y la "Estrella del Mar" y le suplicó la protección para
toda la comunidad.
En respuesta a esta ferviente oración, el 16 de julio de 1251 se le
aparece la Virgen a San Simón Stock y le da el escapulario para la orden con la
siguiente promesa:
"Este debe ser un signo y privilegio para ti y para todos los
Carmelitas: quien muera usando el escapulario no sufrirá el fuego eterno"
Aunque el escapulario fue dado a los Carmelitas, muchos laicos con
el tiempo fueron sintiendo el llamado de vivir una vida mas comprometida con la
espiritualidad carmelita y así se comenzó la cofradía del escapulario, donde se
agregaban muchos laicos por medio de la devoción a la Virgen y al uso del
escapulario. La Iglesia ha extendido el privilegio del escapulario a los
laicos.
El escapulario tiene
3 significados:
El amor y la
protección maternal de María: El signo es una tela o manto pequeño. Vemos como María cuando
nace Jesús lo envuelve en un manto. La Madre siempre trata de cobijar a sus
hijos.
Envolver en su manto es una señal muy maternal de protección y
cuidado. Señal de que nos envuelve en su amor maternal. Nos hace suyos. Nos
cubre de la ignominia de nuestra desnudes espiritual.
Pertenencia a María: Llevamos una marca
que nos distingue como sus hijos escogidos. El escapulario se convierte en el
símbolo de nuestra consagración a María.
Consagración: ´pertenecer a
María´ es reconocer su misión maternal sobre nosotros y entregarnos a ella para
dejarnos guiar, enseñar, moldear por Ella y en su corazón. Así podremos ser
usados por Ella para la extensión del Reino de su Hijo.
Al usar el escapulario constantemente estamos haciendo silenciosa
petición de asistencia a la Madre, y ella nos enseña e intercede para
conseguirnos las gracias para vivir como ella, abiertos de corazón al Señor,
escuchando su Palabra, orando, descubriendo a Dios en la vida diaria y cercanos
a las necesidades de nuestros hermanos, y nos está recordando que nuestra meta
es el cielo y que todo lo de este mundo pasa. En la tentación, tomamos el
escapulario en nuestras manos e invocamos la asistencia de la Madre, Ella nos dirige hacia el Sagrado Corazón de su
Hijo Divino y el demonio es forzado a retroceder vencido.
Imposición del
Escapulario:
El primer escapulario debe ser bendecido por un sacerdote e
impuesto por él mientras dice:
"Recibe este escapulario bendito y pide a la Virgen Santísima
que por sus méritos, lo lleves sin ninguna mancha de pecado y que te proteja de
todo mal y te lleve a la vida eterna"
¿Puede darse el escapulario a quien no es católico?
Sí. El escapulario es signo de la Maternidad Espiritual de María y
debemos recordar que ella es madre de todos. Muchos milagros de conversión se
han realizado en favor de buenos no-católicos que se han decidido a practicar
la devoción al escapulario.
Alerta contra abusos:
El escapulario NO salva por sí solo como si fuera algo mágico o de
buena suerte, ni es una excusa para evadir las exigencias de la vida cristiana.
Mons. Kilian Lynch, antiguo general de la Orden Carmelita nos dice: "No
lleguemos a la conclusión que el escapulario está dotado de alguna clase de
poder sobrenatural que nos salvará a pesar de lo que hagamos o de cuanto
pequemos... Una voluntad pecadora y perversa puede derrotar la ´omnipotencia
suplicante´ de la madre de la misericordia."
El Papa Pío XI nos advierte: "aunque es cierto que la Virgen
María ama de manera especial a quienes son devotos de ella, aquellos que desean
tenerla como auxilio a la hora de la muerte, deben en vida ganarse dicho
privilegio con una vida de rechazo al pecado y viviendo para darle honor."
Vivir en pecado y usar el escapulario como ancla de salvación es
cometer pecado de presunción ya que la fe y la fidelidad a los mandamientos es
necesaria para todos los que buscan el amor y la protección de Nuestra Señora.
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