A la fiesta de Corpus Christi,
celebrada el domingo último, la liturgia añade, como una prolongación, la del
Sagrado Corazón
Hay por lo tanto una relación estrechísima entre la Eucaristía y el Sagrado
Corazón. El culto Eucarístico es la respuesta de correspondencia nuestra al
amor del corazón de Jesús; pues es en la Eucaristía donde su corazón palpita de
amor por nosotros.
La devoción al Corazón de Jesús ha existido desde los
primeros tiempos de la Iglesia, desde que se meditaba en el costado y el
Corazón abierto de Jesús, de donde salió sangre y agua. De ese Corazón nació la
Iglesia y por ese Corazón se abrieron las puertas del Cielo.
La difusión de la
devoción al Sagrado Corazón de Jesús se debe a santa Margarita de Alacoque a quien Jesús se le apareció con estas
palabras:
"Mira este
corazón mío, que a pesar de consumirse en amor abrasador por los hombres, no
recibe de los cristianos otra cosa que sacrilegio, desprecio, indiferencia e
ingratitud, aún en el mismo sacramento de mi amor. Pero lo que traspasa mi
Corazón más desgarradamente es que estos insultos los recibo de personas
consagradas especialmente a mi servicio."
Autor: P. Angel Amo | Fuente: Catholic.net
Margarita María de Alacoque, Santa |
Recipiente de las revelaciones
del Sagrado Corazón de Jesús, octubre 16
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Recipiente
de las revelaciones
del Sagrado Corazón de Jesús
En la festividad de San Juan evangelista de 1673, sor Margarita María, que tenia 25 años, estaba en adoración ante el Santísimo Sacramento. En ese momento tuvo el privilegio particular de la primera de las manifestaciones visibles de Jesús que se repetirían durante dos años más, todos los primeros viernes de mes. En 1675, durante la octava del Corpus Christi, Jesús se le manifestó con el corazón abierto, y señalando con la mano su corazón, exclamó: “He aquí el corazón que ha amado tanto a los hombres, que no se ha ahorrado nada, hasta extinguirse y consumarse para demostrarles su amor. Y en reconocimiento no recibo de la mayoría sino ingratitud.”
Margarita María Alacoque, escogida por Jesús para ser la mensajera del Sagrado Corazón, hacía un año que vestía el hábito de las monjas de la Visitación en Paray-le-Monial. Había nacido el 22 de agosto de 1647 en Verosvres, en Borgoña. Su padre, juez y notario, había muerto cuando Margarita era todavía muy joven.
A los nueve años hizo su primera comunión y a los 22 recibió la Confirmación, a la que se preparó con una confesión general: empleó quince días escribiendo en un cuaderno la larga lista de sus faltas para leérselas luego al confesor. En esa ocasión añadió al nombre de Margarita el de María. Después, habiendo vencido las últimas resistencias de la madre, que hubiera preferido verla casada, pudo entrar al convento de la Orden de la Visitación, fundado 60 años antes por San Francisco de Sales, ofreciéndose desde el día de su entrada como “víctima al Corazón de Jesús.”
Las extraordinarias visiones con que fue favorecida le causaron al
principio incomprensiones y juicios negativos hasta cuando, por disposición
divina, fue puesta bajo la dirección espiritual del jesuita Santo Claudio de la
Colombière. En el último periodo de su vida, elegida maestra de novicias, tuvo
el consuelo de ver difundida la devoción al Corazón de Jesús, y los mismos
opositores de un tiempo se convirtieron en fervorosos propagandistas. Murió a
los 43 años de edad, el 17 de octubre de 1690.
ALGUNOS PENSAMIENTOS DE SANTA
MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE
"Si supieseis de cuánto mérito y gloria es honrar
a este amable Corazón de Jesús, y cuán grande será el galardón que dará a los
que, después de haberse consagrado a El, sólo pretendan honrarle!... Sí. creo
que esta sola intención acrecentará más el mérito de sus acciones delante de
Dios, que cuanto pudieran hacer sin esa aplicación y pureza."
"Este Divino Corazón os pagará, no solamente en
vuestra persona, sino en la de vuestros parientes y de todos aquellos por
quienes os interesáis, a los cuales mirará con ojos propicios y
misericordiosos, para socorrerlos y protegerlos en todo, con tal que acudan a
El con confianza, porque tendrá eterna memoria de lo que hacen por su
gloria."
"Si veis en vosotros un sinnúmero de impaciencias
y enojos, arrojadlos en la fragua de la mansedumbre del amable Corazón de
Jesús, para que os haga mansos y humildes".
"Si nadáis en un mar de distracciones, sumidlas
en el fondo de tranquilidad del Sagrado Corazón, que os alcanzará indefectible
victoria".
"Solo el corazón humilde puede entrar en el Sagrado Corazón de
Jesús, conversar con Él, amarle y ser amado de Él”
"Solo en el total desasimiento de vos mismo y de todo lo que no es
Dios hallaréis la verdadera paz y dicha perfecta, porque no teniendo nada, lo
hallaréis todo en el Sagrado Corazón de Jesús."
"Y
¿qué mayor bien que no ser nada para el mundo ni para nosotros mismos, por ser
poseídos de Dios y poseerle a "El solo?"
"Guardad siempre vuestro interior en silencio, hablando poco con
las criaturas y mucho con Dios, padeciendo y trabajando por su amor".
"Que tu lema sea: El Amor me ha conquistado, solo
El puede poseer mi corazón."
"Ámalo con todas tus fuerzas, piensa siempre en
Él, deja que Él haga contigo y para ti todo lo que Él deseé, no ansíes nada
mas."
"Que el Sagrado Corazón logre en ti todos sus
designios y que Él sea tu fortaleza, para que tu puedas con valentía cargar el
peso de tus responsabilidades."
"Haced las cosas todas en el amor y para el amor, porque el amor da
mérito y realce a todas las cosas."
SÍNTESIS DE TODAS LAS PROMESAS
DEL SGDO CORAZÓN
A LOS QUE COMULGAN EN SU DESAGRAVIO
A LOS QUE COMULGAN EN SU DESAGRAVIO
LOS PRIMEROS VIERNES DE MES
DURANTE NUEVE MESES SEGUIDOS
1. LES DARÉ TODAS LAS GRACIAS NECESARIAS A SU ESTADO (casado(a), soltero(a), viudo(a) o consagrado(a) a Dios).
2. PONDRÉ PAZ EN SUS FAMILIAS.
3. LOS CONSOLARÉ EN TODAS LAS AFLICCIONES.
4. SERÉ SU REFUGIO DURANTE LA VIDA Y, SOBRE TODO, A LA HORA DE LA MUERTE.
5. BENDECIRÉ ABUNDANTEMENTE SUS EMPRESAS.
6. LOS PECADORES HALLARÁN MISERICORDIA.
7. LOS TIBIOS SE HARÁN FERVOROSOS.
8. LOS FERVOROSOS SE ELEVARÁN RÁPIDAMENTE A GRAN PERFECCIÓN.
9. BENDECIRÉ LOS LUGARES DONDE LA IMAGEN DE MI CORAZÓN SEA EXPUESTA Y VENERADA.
10. LES DARÉ LA GRACIA DE MOVER LOS CORAZONES MÁS ENDURECIDOS.
11. LAS PERSONAS QUE PROPAGUEN ESTA DEVOCIÓN TENDRÁN SU NOMBRE ESCRITO EN MI CORAZÓN Y JAMÁS SERÁ BORRADO DE ÉL.
12. LA “GRAN PROMESA”: LA GRACIA DE LA PENITENCIA FINAL: ES DECIR, NO MORIRÁN EN DESGRACIA Y SIN HABER RECIBIDO LOS SACRAMENTOS:
Un
viernes, durante la Santa Comunión, El dijo estas palabras a su indigna sierva,
si es que ella no se equivoca: “Te
prometo, en el exceso de la misericordia de mi Corazón, que su Amor omnipotente
otorgará a todos los que comulguen nueve primeros viernes de mes seguidos, la
gracia de la penitencia final. No morirán en mi desgracia ni sin recibir los
Sacramentos. Mi Corazón les dará refugio seguro en el último momento de la vida”
( Carta a la Madre Saumaise 1689 )
Ez 34, 11-16
SALMO
Sal 22, 1-6
R. El Señor es mi pastor, nada me puede faltar.
El Señor es mi pastor, nada me puede faltar. Él me hace descansar en verdes
praderas, me conduce a las aguas tranquilas y repara mis fuerzas. R.
Me guía por el recto sendero, por amor de su Nombre. Aunque cruce por
oscuras quebradas, no temeré ningún mal, porque tú estás conmigo: tu vara y tu
bastón me infunden confianza. R.
Tú preparas ante mí una mesa, frente a mis enemigos; unges con óleo mi
cabeza y mi copa rebosa. R.
Tu bondad y tu gracia me acompañan a lo largo de mi vida; y habitaré en la
Casa del Señor, por muy largo tiempo. R.
SEGUNDA LECTURA
Rom 5, 5b-11
EVANGELIO
Lc 15, 3-7
Evangelio
de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús
dijo a los fariseos y a los escribas esta parábola: Si alguien tiene cien ovejas
y pierde una, ¿no deja acaso las noventa y nueve en el campo y va a buscar la
que se había perdido, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, la carga sobre
sus hombros, lleno de alegría, y al llegar a su casa llama a sus amigos y
vecinos, y les dice: "Alégrense conmigo, porque encontré la oveja que se
me había perdido". Les aseguro que, de la misma manera, habrá más alegría
en el cielo por un solo pecador que se convierta, que por noventa y nueve
justos que no necesitan convertirse.
Palabra
del Señor.
“Notas del Amor de Dios”.
Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesus, Ciclo C
Autor: Padre Pedro Crespo
Celebramos la fiesta del Sagrado
Corazón de Jesús. ¿Habrá algo en Jesús que no sea sagrado?. Sagrado es lo
que está habitado por la presencia de Dios. Todo en Cristo es sagrado. Su
Corazón es su persona. Es decir celebramos una fiesta de Jesucristo.
Las connotaciones de “sagrado” y “corazón” nos hablan del Amor de Dios
manifestado en Cristo. Celebramos, pues, el amor de Dios. ¿Cómo es
ese amor? ¿Qué notas o características tiene?.
Las lecturas de
este día nos ponen en esa perspectiva:
¨ La primera
lectura nos habla de los cuidados del pastor por sus ovejas,
en esa imagen tan sugestiva de que Dios es el Buen Pastor y su pueblo es el
rebaño. El pastor busca a sus ovejas, las libra, las apacienta, las venda, cura
a las enfermas... Es una imagen que Jesucristo se aplica a sí mismo, reflejando
la solicitud amorosa de Dios por los hombres.
¨ La segunda
lectura expresa cómo nos amó Dios, hasta dónde, hasta
dar la vida de su Hijo por nosotros. El amor de Dios ha sido derramado en
nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado.
¨ El
texto del Evangelio es una parábola que precede a la parábola
del Hijo Pródigo: el pastor sale a buscar la oveja perdida.
En estas lecturas
podemos encontrar esas notas del amor de Dios:
1º.- “Buscaré a
mis ovejas”:
Es una idea que
aparece en la primera lectura y en el texto del evangelio. Dios no es
pasivo en su amor con los hombres, sino que toma la iniciativa. La
humanidad contrae una deuda con Dios por las ofensas que le ha proporcionado y
Dios, en vez de esperarse a que el hombre recapacite y vuelva a su casa, sale
en su búsqueda. Fijaos lo comprometido de la situación: si alguien te ofende lo
lógico es que tú esperes a que el otro se acerque a ti a pedirte disculpas.
Pues el amor de Dios se salta la lógica humana y toma la iniciativa.
2º.- “Murió por
nosotros cuando éramos pecadores”:
El amor de Dios
es un amor gratuito. Normalmente
solemos pensar que los demás nos aprecian, nos quieren porque nosotros nos lo
merecemos. Así, también vivimos nuestra religión intentando hacer
méritos para que Dios nos quiera y nos premie. Pues el amor de Dios es
previo a todo nuestro esfuerzo por ser buenos. Nos ama sin merecérnoslo.
¡Qué fácil es mar a quien te quiere, saludar a quien te saluda...! Dios
toma la iniciativa y nos ama gratuitamente.
3º.- “Libraré,
apacentaré, vendaré, curaré...”:
El amor de Dios
no es sentimientos sino obras. Podemos caer en
la trampa de confundir el amor con el sentimiento que tenemos. Cuando todo va
bien, Dios es bueno, cuando va mal, quizá Dios no es tan bueno. Ó, amamos en
los demás no su bien, sino la sensación o el sentimiento que producen en
nosotros. Dios nos ama con obras: la entrega de su propio Hijo, su
perdón, sus cuidados... obras que se materializan en tantas manos y corazones
como le prestan sus colaboradores. ¿Alguien puede dudar del amor de Dios
manifestado en Cristo y en sus seguidores? Si dudan no es por Dios, sino quizá
porque nosotros no acertamos a manifestarlo.
Y 4º.- “El amor
de Dios se multiplica, se propaga”:
El amor de Dios
ha sido derramado en nuestros corazones con El Espíritu Santo que se nos ha dado.
Cuando se le pone
puertas al amor, cuando los
esposos se encierran en sus casas y se miran a los ojos y no salen a mirar el
mundo, cuando sólo amamos a los de nuestro grupo, que piensan y obran como
nosotros, cuando sólo amamos a los de nuestra familia... el amor se
desvirtúa. El amor, incluso en Dios, rebosa, se propaga, se
difunde, se comunica, se reparte...
Dios tiene la
iniciativa, te busca, te quiere sin que te lo merezcas, te ama gratuitamente,
muestra para contigo su solicitud amorosa con sus cuidados y te hace
manifestador de su propio amor. También tu corazón es sagrado.
La oración de la
Iglesia venera y honra al Corazón de Jesús, como invoca su Santísimo Nombre.
Adora al Verbo encarnado y a su Corazón que, por amor a los hombres, se dejó
traspasar por nuestros pecados.
Catecismo de la Iglesia
Católica, 2669
Jesús, durante su
vida, su agonía y su pasión nos ha conocido y amado a todos y a cada uno de
nosotros y se ha entregado por cada uno de nosotros: "El Hijo de Dios me
amó y se entregó a sí mismo por mí" (Ga 2, 20). Nos ha amado a todos con
un corazón humano. Por esta razón, el sagrado Corazón de Jesús, traspasado por
nuestros pecados y para nuestra salvación (cf. Jn 19, 34), "es considerado
como el principal indicador y símbolo...del amor con que el divino Redentor ama
continuamente al eterno Padre y a todos los hombres (Pío XII,
Enc."Haurietis aquas": DS 3924; cf. DS 3812).
Catecismo de la Iglesia
Católica, 478
Oración
“Mi Señor que sepa
reparar tu Corazón herido,
que sepa
amarte como Tú quieres que te ame,
que te ame por los
que no te aman,
te adore por los
que no te adoran,
te reciba por los
que no te reciben,
Y que sepa honrarte
por estar verdaderamente
presente en
la Sagrada Eucaristía.
Amén.
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