Hoy 5 de
enero de 2014, el Papa Francisco rezó la oración mariana del Ángelus desde la
ventana de su estudio frente a la Plaza de San Pedro. El Obispo de Roma anunció
su peregrinación a Tierra Santa el próximo mayo.
"El
Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros" (Jn 1,14).
¡En estas
palabras, que nunca dejan de sorprendernos! ¡Dios se hizo mortal, frágil como
nosotros, compartió nuestra condición humana, excepto el pecado, ha entrado en
nuestra historia, se volvió plenamente Dios-con-nosotros! El nacimiento de
Jesús, entonces, nos muestra que Dios ha querido unirse a todos los hombres y
mujeres, a cada uno de nosotros, para comunicarnos su vida y su alegría”.
El
Sucesor de Pedro dijo que todos nosotros deberíamos apresurarnos para recibir
la gracia que Él nos ofrece. Sin embargo –explicó que “tantas veces lo
rechazamos, preferimos permanecer en la cerrazón de nuestros errores y en la
angustia de nuestros pecados. ¡Pero Jesús no se da por vencido y nunca deja de
ofrecerse a sí mismo y de ofrecer su gracia que nos salva! Éste es un mensaje
de salvación, antiguo y siempre nuevo. Y estamos llamados a testimoniar con
alegría este mensaje del Evangelio de la vida y de la luz, de la esperanza y
del amor”.
Queridos hermanos y hermanas, buenos días:
La liturgia de este domingo nos vuelve a proponer, en el prólogo del Evangelio de San Juan, el significado más profundo de la Navidad de Jesús. Él es la Palabra de Dios que se hizo hombre y que ha puesto su " tienda", su morada entre los hombres. El Evangelista escribe: "El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros" (Jn 1,14).
Así, Dios es Dios-con-nosotros, Dios que nos ama, Dios que camina con nosotros. Éste es el mensaje de Navidad: el Verbo de se hizo carne.
En el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios, hay también un aspecto ligado a la libertad humana, la libertad de cada uno de nosotros. De hecho, la Palabra de Dios pone su tienda entre nosotros, pecadores y necesitados de misericordia. Y todos nosotros deberíamos apresurarnos para recibir la gracia que Él nos ofrece. Sin embargo, prosigue el Evangelio de San Juan, "los suyos no lo recibieron" (v. 11). También nosotros, tantas veces lo rechazamos, preferimos permanecer en la cerrazón de nuestros errores y en la angustia de nuestros pecados. ¡Pero Jesús no se da por vencido y nunca deja de ofrecerse a sí mismo y de ofrecer su gracia que nos salva! Jesús es paciente. Jesús sabe esperar. Nos espera siempre.
Éste es un mensaje de esperanza, un
mensaje de salvación, antiguo y siempre nuevo. Y nosotros estamos llamados a
testimoniar con alegría este mensaje del Evangelio de la vida y de la luz, de
la esperanza y del amor. ¡Porque el mensaje de Jesús es éste: vida, luz,
esperanza, amor!
María, Madre de Dios y nuestra tierna Madre, nos sostenga siempre, para que nos
mantengamos fieles a nuestra vocación cristiana y podamos realizar los anhelos
de justicia y de paz que llevamos dentro de nosotros, en el inicio de este
nuevo año.
Anuncio
de la Peregrinación a Tierra Santa el próximo Mayo:
"En
el clima de alegría típico de este tiempo de Navidad, deseo anunciar que del 24
al 26 de mayo próximo, Dios mediante, cumpliré una peregrinación a Tierra
Santa" dijo.
El Santo
Padre comentó que "la finalidad principal es conmemorar el histórico
encuentro entre el papa Pablo VI y el patriarca Atenagora" encuentro que
se realizó "exactamente el 5 de enero, como hoy, de hace cincuenta años
atrás".
"Las
etapas serán tres: Amman, Belén y Jerusalén, tres días". Y en esta última
ciudad, "en el Santo Sepulcro celebraremos un encuentro ecuménido con
todos los representantes de las Iglesias cristianas de Jerusalén, junto al
patriarca Barlolomeo de Constantinopla. Desde ya les pido que recen por esta
peregrinación que será una peregrinación de oración".
¡Gracias y sigan rezando por mi servicio a la Iglesia!
El Papa Francisco agradeció también las innumerables muestras de afecto y felicitación que ha recibido y que han llegado al Vaticano, de todas las partes del mundo, en estas fiestas navideñas y Año Nuevo. No pudiendo responder a todos como le gustaría, el Santo Padre agradeció este domingo, en primer lugar a los niños y pidió que se siga rezando por él y su servicio a la Iglesia.
El Papa Francisco agradeció también las innumerables muestras de afecto y felicitación que ha recibido y que han llegado al Vaticano, de todas las partes del mundo, en estas fiestas navideñas y Año Nuevo. No pudiendo responder a todos como le gustaría, el Santo Padre agradeció este domingo, en primer lugar a los niños y pidió que se siga rezando por él y su servicio a la Iglesia.
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