El Papa Francisco apareció en pantalla gigante en medio de la vigilia de los fieles previa a la apertura del santuario de San Cayetano en el porteño barrio de Liniers y conmovió a todos.
En el inicio del mensaje, el pontífice expresa: "Como todos los años, después de recorrer la cola hablo con ustedes. Tal vez la cola la recorrí con el corazón. Estoy un poquito lejos. No puedo compartir con ustedes este momento tan lindo, en el que ustedes están caminando hacia la imagen de San Cayetano". "El lema elegido por ustedes habla de otro encuentro, dice Con Jesús y San Cayetano vayamos al encuentro de los más necesitados", añadió a continuación.
Francisco expresó que ese lema "habla del encuentro de las personas que necesitan más, de aquéllos que necesitan que les demos una mano, que los miremos con cariño, que compartamos su dolor o sus ansiedades, sus problemas".
"Lo importante -puntualizó- no es mirar desde lejos o ayudarlo desde lejos, sino ir al encuentro. Eso es lo cristiano, lo que nos enseña Jesús. Ir al encuentro de los más necesitados. Como Jesús que iba siempre al encuentro de la gente. Él iba a encontrarlos".
Tras comentar que al dar limosna hay que mirar a los ojos y tocar la mano de quien la recibe, porque si no no hay encuentro con esa persona, enfatizó: "Necesitamos saber encontrarnos, necesitamos edificar, crear, construir una cultura del encuentro".
A continuación reflexionó que "hay tanto desencuentro. Líos en la familia, siempre; líos en el barrio; líos en el trabajo; líos en todos lados. Y los desencuentros no ayudan. La cultura del encuentro. Salir a encontrarnos".
"Y el lema dice `Encontrarnos con los más necesitados` -siguió-, es decir con aquéllos que necesitan más que yo; con aquéllos que están pasando un mal momento, peor que el que estoy pasando yo. Siempre hay alguien que la pasa peor".
Buenas tardes!
Como todos los años, después de
recorrer la fila, hablo con ustedes. Esta vez la fila la recorrí con el
corazón. Estoy un poquito lejos y no puedo compartir con ustedes este momento
tan lindo. Este momento en que ustedes están caminando hacia la imagen de San
Cayetano. ¿Para qué? Para encontrarse con él, para encontrarse con Jesús. Pero
hoy, el lema de esta peregrinación, lema elegido por ustedes, seleccionado
entre tantas posibilidades, hoy el lema habla de otro encuentro, y dice:
“Con Jesús y san Cayetano, vayamos al encuentro de
los más necesitados”.
Habla del encuentro de las
personas que necesitan más, de aquellos que necesitan que les demos una mano,
que los miremos con cariño, que compartamos su dolor o sus ansiedades, sus
problemas. Pero lo importante no es mirarlos de lejos, o ayudarlos desde lejos.
¡No, no! Es ir al encuentro. ¡Eso es lo cristiano! Eso lo que nos enseña Jesús:
Ir al encuentro de los más necesitados. Como Jesús que iba siempre al encuentro
de la gente. Él iba a encontrarlos. Salir al encuentro de los más necesitados.
A veces yo le pregunto a alguna
persona:
- ¿Usted da limosnas?
Me dicen: “Sí, padre”.
- Y cuando da limosnas, ¿mira a los
ojos de la gente que le da las limosnas?
- “Ah, no sé, no me di cuenta”.
- “Entonces no lo encontró. Le tiró
la limosna y se fue. Cuando usted da limosna, ¿toca la mano o le tira la
moneda?”
- “No, le tiro la moneda” Y no lo
tocaste, y si no lo tocaste, no te encontraste con él”.
Lo que Jesús nos
enseña es primero a encontrarnos, y en el encuentro, ayudar. Necesitamos saber
encontrarnos. Necesitamos edificar, crear, construir, una cultura del
encuentro. Tantos desencuentros, líos en la familia, ¡siempre! Líos en el
barrio, líos en el trabajo, líos en todos lados. Y los desencuentros no ayudan.
La cultura del encuentro. Salir a encontrarnos. Y el lema dice, encontrarnos
con los más necesitados, es decir, con aquellos que necesitan más que yo. Con
aquellos que están pasando un mal momento, peor que el que estoy pasando yo.
Siempre hay alguien que la pasa peor, ¿eh? ¡Siempre! Siempre hay alguien.
Entonces yo pienso, estoy pasando un mal momento, vengo a la cola para
encontrarme con San Cayetano y con Jesús, y después salgo a encontrarme con los
demás, porque siempre hay alguien que la pasa peor. Con esos, es con quienes
nos debemos encontrar. Gracias por escucharme, gracias por venir aquí hoy,
gracias por todo lo que llevan en el corazón. ¡Jesús los quiere mucho! ¡San
Cayetano los quiere mucho! Solamente les pide una cosa: ¡Que se encuentren!
¡Que vayan y busquen y encuentren al que más necesita! Pero solos no. ¡Con
Jesús, con San Cayetano! ¿Voy a convencer a otro que se haga católico? ¡No, no,
no! ¡Vas a encontrarlo, es tu hermano! ¡Eso basta! Y lo vas a ayudar, lo demás
lo hace Jesús, lo hace el Espíritu Santo. Acordate bien: Con San Cayetano, los
necesitados, vamos al encuentro de los más necesitados. Con Jesús, los
necesitados, los que más necesitan, vamos al encuentro de los que más
necesitan. Y ojalá Jesús te vaya marcando camino para encontrarte con quien
necesita más. Tu corazón, cuando te encuentres con aquél que más necesita, ¡se
va a empezar a agrandar, agrandar, agrandar! Porque el encuentro multiplica la
capacidad del amor. El encuentro con otro, agranda el corazón.
¡Animate!
“Sólo no se cómo hacer”. ¡No, no, no! ¡Con Jesús y con San Cayetano! Que Dios
te bendiga y que termines bien el día de San Cayetano.
Y por favor, no te
olvides de rezar por mí. Gracias.
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