Estamos celebrando el V Domingo de Pascua, tiempo de
alegría en el Señor. Nuestro gozo ha empezado aquí, pero Cristo, nos revela que
habrá una nueva creación al fin del mundo. Mientras, tenemos que continuar la
misión de Cristo aquí en la tierra, amándonos unos a otros.
El evangelio de Juan es parte del discurso de despedida del Señor en la
última Cena. Cristo fue glorificado a través de su pasión y muerte, lo mismo va
a pasar con su Iglesia.
Cristo nos da un nuevo mandamiento, el amor mutuo, que nos amemos como Él nos ha amado.
Lectura del santo Evangelio según San Juan
(13, 31-33a.
34-35)
Gloria a Ti
Señor.
Cuando salió
Judas del cenáculo, dijo Jesús: "Ahora es glorificado el Hijo del hombre,
y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo
glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará.
Hijos míos, me queda poco de estar con vosotros.
Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también entre vosotros. La señal por la que conocerán todos que sois discípulos míos será que os amáis unos a otros."
Hijos míos, me queda poco de estar con vosotros.
Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también entre vosotros. La señal por la que conocerán todos que sois discípulos míos será que os amáis unos a otros."
Palabra de Dios.
Gloria a Ti Señor Jesús.
Dios
es permanentemente novedad. Hace todo nuevo: al hombre, a la vida, al tiempo,
al mundo. El tiempo pascual constituye la máxima novedad. Jesús enseña la
novedad de su mandamiento que deben observar sus discípulos.
SEGUNDA PARTE
LA CELEBRACIÓN DEL MISTERIO CRISTIANO
LA CELEBRACIÓN DEL MISTERIO CRISTIANO
SEGUNDA SECCIÓN:
LOS SIETE SACRAMENTOS DE LA IGLESIA
LOS SIETE SACRAMENTOS DE LA IGLESIA
CAPÍTULO PRIMERO
LOS SACRAMENTOS DE LA INICIACIÓN CRISTIANA
LOS SACRAMENTOS DE LA INICIACIÓN CRISTIANA
ARTÍCULO 3
EL SACRAMENTO DE LA EUCARISTÍA
EL SACRAMENTO DE LA EUCARISTÍA
La institución de la Eucaristía
1337 El Señor, habiendo amado a los suyos, los amó
hasta el fin. Sabiendo que había llegado la hora de partir de este mundo para
retornar a su Padre, en el transcurso de una cena, les lavó los pies y les dio
el mandamiento del amor (Jn 13,1-17). Para dejarles una prenda de este amor,
para no alejarse nunca de los suyos y hacerles partícipes de su Pascua,
instituyó la Eucaristía como memorial de su muerte y de su resurrección y
ordenó a sus apóstoles celebrarlo hasta su retorno, "constituyéndoles entonces
sacerdotes del Nuevo Testamento" (Concilio de Trento: DS 1740)
TERCERA PARTE
LA VIDA EN CRISTO
LA VIDA EN CRISTO
PRIMERA SECCIÓN
LA VOCACIÓN DEL HOMBRE:
LA VIDA EN EL ESPÍRITU
LA VOCACIÓN DEL HOMBRE:
LA VIDA EN EL ESPÍRITU
CAPÍTULO PRIMERO
LA DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA
LA DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA
ARTÍCULO 7
LAS VIRTUDES
LAS VIRTUDES
La caridad
1822 La caridad es la virtud teologal por la cual
amamos a Dios sobre todas las cosas por Él mismo y a nuestro prójimo como a
nosotros mismos por amor de Dios.
1823 Jesús hace de la caridad el mandamiento nuevo
(cf Jn 13, 34). Amando a los suyos “hasta el fin” (Jn 13, 1), manifiesta el
amor del Padre que ha recibido. Amándose unos a otros, los discípulos imitan
el amor de Jesús que reciben también en ellos. Por eso Jesús dice: “Como el
Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor” (Jn
15, 9). Y también: “Este es el mandamiento mío: que os améis unos a otros como
yo os he amado” (Jn 15, 12).
1824 Fruto del Espíritu y plenitud de la ley, la
caridad guarda los mandamientos de Dios y de Cristo: “Permaneced en mi
amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor” (Jn 15, 9-10; cf
Mt 22, 40; Rm 13, 8-10).
1825 Cristo murió por amor a nosotros cuando éramos
todavía “enemigos” (Rm 5, 10). El Señor nos pide que amemos como
Él hasta a
nuestros enemigos (cf Mt 5, 44), que nos hagamos prójimos del más
lejano (cf Lc 10, 27-37), que amemos a los niños (cf Mc 9, 37) y a los pobres
como a Él mismo (cf Mt 25, 40.45).
El apóstol san Pablo ofrece una descripción incomparable de la caridad: «La caridad es paciente, es servicial; la caridad no es envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe; es decorosa; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta» (1 Co 13, 4-7).
1826 Si no tengo caridad —dice también el apóstol— “nada soy...”. Y todo lo que es privilegio, servicio, virtud misma... si no
tengo caridad, “nada me aprovecha” (1 Co 13, 1-4). La caridad es superior a
todas las virtudes. Es la primera de las virtudes teologales: “Ahora subsisten
la fe, la esperanza y la caridad, estas tres. Pero la mayor de todas ellas
es la caridad” (1 Co 13,13).
Señor, cuando tenga hambre, dame alguien
que necesite comida;
Cuando tenga sed, dame alguien que precise agua;
Cuando sienta frío, dame alguien que necesite calor.
Cuando sufra, dame alguien que necesita consuelo;
Cuando mi cruz parezca pesada, déjame compartir la cruz del otro;
Cuando me vea pobre, pon a mi lado algún necesitado.
Cuando no tenga tiempo, dame alguien que precise de mis minutos;
Cuando sufra humillación, dame ocasión para elogiar a alguien;
Cuando sienta frío, dame alguien que necesite calor.
Cuando sufra, dame alguien que necesita consuelo;
Cuando mi cruz parezca pesada, déjame compartir la cruz del otro;
Cuando me vea pobre, pon a mi lado algún necesitado.
Cuando no tenga tiempo, dame alguien que precise de mis minutos;
Cuando sufra humillación, dame ocasión para elogiar a alguien;
Cuando esté desanimado, dame alguien para
darle nuevos ánimos.
Cuando quiera que los otros me comprendan, dame alguien que necesite de mi
comprensión;
Cuando sienta necesidad de que cuiden de mí, dame alguien a quien pueda atender;
Cuando piense en mí mismo, vuelve mi atención hacia otra persona.
Cuando sienta necesidad de que cuiden de mí, dame alguien a quien pueda atender;
Cuando piense en mí mismo, vuelve mi atención hacia otra persona.
Haznos dignos, Señor, de servir a nuestros
hermanos;
Dales, a través de nuestras manos, no sólo el pan de cada día, también
nuestro amor misericordioso, imagen del tuyo.
Madre Teresa de Calcuta M.C.
Cada obra de amor, llevada a cabo con todo el
corazón, siempre logrará acercar a la gente a Dios. (Beata Madre Teresa de Calcuta)
No hay comentarios:
Publicar un comentario