jueves, 19 de septiembre de 2013

NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE SAN NICOLÁS -- 25 SEPTIEMBRE

30 años de fervor a la Virgen del Rosario
               de San Nicolás

Se cumplen el 25 de este mes. Todo comenzó en septiembre de 1983 cuando Gladys Motta, una vecina nicoleña, dijo haber experimentado por primera vez la visión de la Virgen María

Primera anotación : "25.09.83 Vi a la Virgen por primera vez". Cuatro días después, la mujer escribe "volví a verla". Antes de que pasara una semana, se precipita el tercer testimonio: "La vi nuevamente". En la cuarta ocasión de contacto visual con esa presencia sobrenatural que se le presentaba de repente, se arma de coraje y le pregunta qué quería de ella. "Se borró su imagen y apareció una capilla. Comprendí que quería estar entre nosotros", le contaría en esos días la devota ama de casa a su confesor y a unos pocos íntimos.

En la quinta aparición arrancaron los diálogos: "Has cumplido, no tengas miedo, ven a verme, de mi mano caminarás y muchos caminos recorrerás", le habla por primera vez aquel ser celeste a su elegida como vocera, a la que entonces encomienda leer siete versículos de Ezequiel. "Son hombres obstinados y de corazón endurecido aquellos a los que yo te envío, para que les digas: ''''Así habla el Señor''''", señala el profeta en los textos bíblicos, como indicando un camino a seguir.

Se inauguró así la saga de los casi dos mil mensajes "oficiales", que desde hace tres décadas la Virgen viene encomendando difundir a Gladys Motta, una señora con la traza de cualquier vecina de un barrio humilde, aunque en rigor se trata de una persona singular .

Estos episodios configuran el germen de una de las advocaciones más grandes con las que el catolicismo argentino venera a la imagen de María: la de la Virgen del Rosario de San Nicolás.

Con los años, a medida que la Iglesia fue reforzando su respaldo al relato de Motta, y el boca a boca se iba extendiendo, la figura de la Virgen rodeada de siete estrellas ("siete gracias") se convirtió en uno de los fenómenos de peregrinación religiosa más destacados de la Argentina, que se hace especialmente notorio cada 25 de septiembre, en recordación de aquella primera aparición.

En atención a ese fenómeno de masas que despierta la Virgen del Rosario, la ciudad bonaerense de San Nicolás de los Arroyos, con algo más de 100 mil habitantes se prepara para atajar un aluvión de creyentes dentro de dos semanas exactas. Hoteles, campings, restoranes, todos los servicios van a girar al compás de una multitud deseosa de llevar pedidos, ofrendas o un agradecimiento al templo emplazado en el "campito", a la vera del Paraná.

Otros eligen llevarse agua del lugar en grandes bidones, o rezar a coro el rosario. En el 20° aniversario se juntaron más de 400 mil almas. Este domingo que pasó hubo más de 200 mil personas en la peregrinación entre Rosario y San Nicolás.

"El Santuario es un espacio oxigenante de la vida cristiana del pueblo. Lo comprobamos a diario. La Iglesia ha confirmado que la piedad popular está animada por el Espíritu y ejerce una influencia decisiva en la evangelización del mundo", dijo  el hoy arzobispo emérito de Corrientes, Domingo Castagna, un nombre decisivo en esta historia que, por su trama tan peculiar, capturó el interés de investigadores, teólogos, cineastas, escritores

Ajenos a lo que pasaba en San Nicolás, en aquel septiembre de 1983, la mayoría de los argentinos esperaba con ansias la realización de las elecciones presidenciales que marcarían el fin de la dictadura militar y el inicio de la democracia. De las apariciones recién se supo sobre el final de aquel año. Pero entonces el tema interesaba más que nada a publicaciones sensacionalistas que abordaban cuestiones de misterio, como el fenómeno OVNI.

"Todo lo que ha pasado en estos años con la Virgen del Rosario hay que verlo como un hermoso regalo de Dios", dice el padre Pedro Peñalba, parróco de Jesús de la Divina Misericordia, de La Emilia, distante del santuario un puñado de kms. Peñalba cree además que entre la franciscomanía y la beatificación del cura Brochero, el número de peregrinos aumentará: "Es un momento de mucho fervor", dice entusiasmado


“El Evangelio, nuestra fibra”
En la celebración eucarística que presidió el domingo 19 de agosto de 2007 en la ciudad de San Nicolás, el entonces Arzobispo porteño, hoy Papa Francisco, recordó que “antes que nosotros hubo una nube de personas que nos precedieron transmitiendo el mensaje y nos toca ahora pasarlo”. Junto a otros 16 obispos de todo el país, el Cardenal primado reclamó “no privaticemos el evangelio que hemos recibido, es para ser anunciado. El Evangelio no tiene que ser un maquillaje, tiene que ser la fibra de la que estamos hechos”.
En otro momento el Cardenal indicó “el cristiano cuando se le endurece la lengua o cuando se amordaza, deja de ser cristiano, porque un cristiano no puede callar lo que escuchó, lo que vio, la vivencia del encuentro con Jesús”.


     Al terminar la celebración, dijo “nos vamos a ir a casa, al terminar este Congreso, con el deseo grande de no privatizar los que hemos recibido. Con este deseo grande de seguir caminado junto a esta nube de testigos que nos han precedido y que nos acompañan, que es la Iglesia. Junto con este deseo grande de ser generosos en la comunicación del Evangelio. Nos vamos a ir a casa con la bendición del Dios bueno y bien agarrados de la mano de María, para que no nos perdamos en el camino”.
Junto a los otros pastores impartió la bendición y se retiró a visitar el Santuario Diocesano de la Virgen del Rosario de San Nicolás.





El 31 de agosto pasado, la Comunidad Jesús Pan de Vida, Parroquia Nuestra Señora del Rosario de la Diócesis   de Avellaneda Lanús, concurrió en Peregrinación a San Nicolás para venerar a la Madre en su Casa, anticipándonos al festejo de los 30 años de sus apariciones.






Oración de Padre Fernando en el Santuario de San Nicolás(31 ago 2013)


¡Señor Jesús!!!
Camino en tu bendición
Quiero conocerte cada día más y ser enteramente tuyo
Y ante las bendiciones y milagros que Tú me das
No callar, ni esconder  tú Nombre
Mostrar tú Gloria y proclamar tú Presencia.
Eres el Dios infinitamente grande, Poderoso en Amor y en Maravillas
Eres el Dios que ha tocado mi vida y mi vida has cambiado.
Señor Jesús… te amo…
Y gracias por haber tenido contigo
Hace mucho…, o hace poco… o hoy!
Un encuentro personal contigo.
Ya sé que tú eres el Dios Misericordia,
El Dios que me abraza con su perdón y me quiere cambiar la vida porque me ama.
El Dios que me ha liberado, el Dios que me ha sanado,
El Dios que puede hacer en mí milagros y maravillas.
Jesús, ven a mí! Dame de tu bendición.
Tócame la vida. Dame de tú Paz.
¡Jesús, sáname, sáname!
Porque cuando entré por primera vez por aquella puerta
Tú visitaste mi vida como en María
Y como en María Santísima quieres también cambiarme la vida.
Yo te pido que me bendigas en mi vida, en mi familia, en mi salud, en mi trabajo,
Y pueda decir como la Virgen. “¡El Señor hizo en mí maravillas!”
Lo digo para mí y como Ella lo digo para el mundo
¡Gloria a Dios!

Tócame Jesús, sácame de mis egoísmos, avaricias, miserabilidades.
Faltas de misericordia, de mis depresiones, de mis angustias,
De mis tristezas, de mis frustraciones.
Sácame! y hazme ser libre, libre en tú Amor.
Toca Jesús, y aunque grande sea mi prueba
Más grande es el amor que me tienes.
Tócame Jesús, libérame y cambia mi vida.
Hoy extiende tu mano sobre mi casa, conviértelos,
Convierte a mi familia,  a mis amigos.
Que al verme a mí, ellos puedan sentir el perfume de tú Presencia.
Yo rezo por ellos. Y sé que en el mientras tanto,
Tú los bendices, los liberas, los proteges y los sanas.
Pero te pido también,  que reciban la más grande bendición:
Volver a Ti como yo he vuelto.
Oh Dios, líbrame por el poder intercesor de María!
Que María  ahora esté cubriendo con su manto esta asamblea de fe,
Que María este  cubriendo con su manto ahora mi vida
Como cubrió al Niño de Belén y al Jesús de la Cruz.
Sáname Señor de toda enfermedad maligna, contagiosa, de toda enfermedad que hoy quiera destruir, debilitar, quebrantar  mi salud física.
Mi cuerpo es templo. Restáuralo, sánalo, fortalécelo.
Señor Jesús, sáname, sáname
Y ayúdame en tu nombre a tener una nueva vida .
Jesús te pido bendiciones.
Jesús te pido sanación.
Líbrame de enfermedades cerebrovasculares, neurológicas, en la vista, en la boca, en los oídos.
Sana mis vías respiratorias, mis pulmones,
Líbrame de vicios, de enfermedades.
Sana mis arterias, mis venas, mi corazón.  Líbrame de enfermedades cardíacas.
Señor Jesús, tócame. Dios de los milagros. Jesús Pan de Vida.
Que te escuche en la Palabra para que me enseñes a vivir y me sanes.
Y te recibí en la Santa Comunión para que me liberes de toda enfermedad y mal.

Señor… líbrame de enfermedades tumorales, cancerígenas, quistes, anemias, leucemias,

Enfermedades dolorosas, deformantes en la piel, en los huesos,
Enfermedades malignas, contagiosas, virósicas, bacterianas.
Se mi escudo. Tú bendición sea escudo en mi vida.
Amo la vida que me regalaste y por eso te pido sanación. Hasta el día en que Tú quieras.
Señor como hijo tengo el derecho de pedirte sanación
Y como hijo tendré el deber de amarte y proclamarte.
Es un intercambio de amor.
Sáname en mi sistema nervioso, bendice el pan nuestro de cada día,
Quítame todo espíritu de pobreza, sácame de toda mediocridad,
Sana mi sistema digestivo, hepático, renal
El funcionamiento de mi cuerpo bendecido y armonizado por tú bendición.
Y si hay una enfermedad oculta, escondida o que se vuelve a repetir
Oh dios libérame!
Has que no sea cobarde. Que por la fe sea valiente.
Que no solamente crea en Dios, sino que le crea a Dios.
Hoy sáname, prospera la obra de mis manos, multiplica mis vienes para tu gloria   y para yo los disfrute.
Y que mi copa sea rebozante sea generoso en mi alrededor sin medir, como Tú nunca has medido sobre mí.
Eres sin igual, el mejor, el único.
El Esposo de mi alma.
Sáname, sáname, sáname!
Y que María me ayude a hacer lo que ella dijo en el Evangelio, para ser una persona bendecida y sanada:
“Hagan los que Él les diga”
Señor: ¡Que sea obediente a tu Divina voluntad!
Sáname, sáname, sáname Jesús
Amén, amén,  amén.


Te esperamos el 25

PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO
Giribone 925 (Altura de Av.H. Yrigoyen al 900)
Avellaneda 
María, Reina,Virgen y Madre
Cuando tenemos miedo acudimos a Ti porque eres valiente, cuando dudamos volvemos los ojos a Ti porque eres Verdad.
Autor: María Esther de Ariño | Fuente: Catholic.net

Si seguimos a Jesús no es posible hacerlo sin pensar, sin volver el corazón y la mente a la imagen de su Madre, una mujer como tú, como yo, de la misma especie humana que tu, hombre que me lees...
Por Ella, por su decir ¡SI!, Cristo se formó en sus entrañas por obra del Espíritu Santo y ahí, en ese momento único, grandioso y sublime, empezó a crecer en su seno virginal hasta hacerse hombre el Hijo de Dios, que un día, y en una cruz de madera, moriría por la SALVACIÓN DE TODA LA HUMANIDAD. Humanidad, donde estabas tú, donde estaba yo.... ¡Oh, incógnita divina!
Ella supo de despedidas. Ella supo de soledades, de ausencias del que era todo el amor de su vida. Ella sin comprender nada aceptó que su amado hijo Jesús, vivía del gran misterio de Dios y se alejaba de ella cada vez más... para cumplir una MISIÓN.
Y al pie de la cruz, mientras lo veía agonizar, con el amado rostro desfigurado, con los pies clavados y los brazos extendidos, como queriendo abrazarnos, aceptó, porque El se lo pedía, que lo sustituyera como hijo por el discípulo JUAN y a si convertirse en una MADRE UNIVERSAL.
El Padre Ignacio Larrañaga dice: "Madre del silencio y de la Humanidad, tú vives perdida y encontrada en el mar sin fondo del Misterio del Señor. Eres disponibilidad y receptividad, eres fecundidad y plenitud, eres atención por los hermanos, estás vestida de fortaleza"
Cuando tenemos miedo acudimos a Ti porque eres valiente, cuando dudamos volvemos los ojos a Ti porque eres Verdad, cuando la tristeza nos invade acudimos a Ti que fuiste Madre de dolores y recibimos tu fuerza, cuando el creer se nos hace difícil... nos sentimos seguros porque tú, eres Virgen Fiel, Espejo de Justicia y Trono de sabiduría y estás llena de Gracia, de Consuelo y Misericordia.
Por eso el rezo del santo Rosario es una comunicación con María, virgen y Madre. Con él vamos repasando todos los momentos de su vida y la de su Hijo Jesús. En el rezo de sus Ave-Marías, le pedimos insistentemente que, seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo y también le decimos que nos ampare ahora y en la hora de nuestra muerte, tal vez, cuando nos llegue ese momento, Ella, María la Madre de Dios y Madre nuestra, recuerde las veces que se lo pedimos y venga a buscarnos, auxiliadora, solícita y llena de amor para llevarnos al Padre como buena mediadora, y a si obtendremos el amoroso y esperado abrazo de Dios.

¡Madre y Virgen, REINA de la Paz, ruega por nosotros y por el Mundo entero!

Corazón inmaculado de María!, desbordante de amor a Dios y a la humanidad, y de compasión por los pecadores,  me consagro eternamente a ti. Te confío la salvación de mi alma. Que mi corazón este siempre unido al tuyo,  para que me separe del pecado, ame más a Dios y al prójimo y alcance la vida eterna junto aquellos que amo. Medianera de todas las gracias,  y Madre de Misericordia, recuerda el tesoro infinito que tu divino Hijo ha merecido con sus sufrimientos y nos confío a nosotros sus hijos. Llenos de confianza en tu maternal corazón,  que venero y amo, acudo a ti en mis apremiantes necesidades. Por los méritos de tú amable e inmaculado Corazón y por amor al Sagrado Corazón de Jesús, obtenme la gracia que pido. 
Amen. 


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